En la sesión de esta mañana han participado testigos clave para probar o desmontar la teoría del plan premeditado. Uno de ellos ha sido la pareja sentimental de la víctima, Jesús López Brea, que ha reconocido que el tránsito de la finada por la pasarela sobre el Bernesga era habitual a diversas horas y en multitud de ocasiones en su compañía.
En la primera parte de la vista, también ha comparecido Ana Isabel Llamazares, trabajadora de la Diputación desde 1984 y amiga de Triana. Su comparecencia ha estado salpicada de lagunas por las preguntas a las que no ha sido capaza de contestar. La funcionaria ha reconocido también que conocía a Montserrat de haber ido a ver algún partido de balonmano y que en una ocasión le comentó que Isabel Carrasco le tenía envidia a Triana, pero no le precisó los motivos. No obstante, la testigo también ha afirmado que acogió a Triana como a una hija por que le daba pena ante las situaciones injustas que estaba viviendo.
Las seis horas de la vista han dejado también varios rifirrafes ente las partes, incluso entre las partes y los testigos. Una de las comparecencias con mayor tensión fue la del abogado que asistió a Triana y Montserrat durante su detención, José Fernando Cornejo. El letrado, en calidad de testigo, ha tenido sus más y su menos con el fiscal y en un momento de su declaración ha llegado a afirmar que recordaba una ocasión en la que se comentaba que Carrasco tenía una relación con una mujer de Valladolid.
Fue una de las sorpresas de la quinta sesión de un juicio, donde ya parece que lo más asombroso es que no haya sorpresas.