Dos voces con un mismo eco

El discurso de los policías de Burgos a preguntas del fiscal estuvo marcado por las fuertes similitudes en las expresiones utilizadas

D.L. Mirantes
25/01/2016
 Actualizado a 19/09/2019
El jefe de traje y el subordinado con chaqueta de pana. De azul el primero, de marrón el segundo. Tensos los dos como las cuerdas de una guitarra que se fue desafinando a medida que los abogados defensores elevaban el tono del interrogatorio en una de las comparecencias con más ‘cartel’ del caso, la de los policías de Burgos que ‘arrancaron’ la confesión del crimen a Montserrat y Triana. No obstante, en contra de lo que suele ocurrir en los conciertos de las leyendas del rock –y con los interrogatorios de esta causa–, su presencia se adelantó media hora al horario previsto. Los teloneros, los policías de la científica, habían sido breves.

Los interrogatorios a los agentes que realizaron los reportajes fotográficos de los escenarios y los efectos del caso se limitaron a cuestiones repetidas sobre la alteración de las pruebas, la certeza de su conocimiento o la hora precisa de la diligencia.«La pasarela mide 2,5 metros de ancho y el cadáver de Carrasco se encontraba a unos 49 metros del comienzo de la pasarela», explicó, a preguntas del fiscal, uno de los policías que realizó el reportaje fotográfico del cadáver de Carrasco. Los 49 metros, medidos desde donde empieza la pasarela en La Condesa de Sagasta, matizó después el letrado de Montserrat y Triana.

Ambos se "apoyaron" en Paco y en Elena para tratar de "refrescar" la memoria sobre lo que habían hecho En estas cuestiones se desarrollaba la vista, más ágil que en sesiones previas, con un repertorio amplio, pero no lo suficiente para que en la segunda semana de juicio el público ya pueda intuir cuál es el tema que toca.

Sin embargo, había expectación por escuchar la voz de los policías de Burgos que han dado a los letrados deMontserrat, Triana y Raquel algunos de los argumentos más utilizados para defender a sus representadas.

Pero las defensas tuvieron que esperar. El fiscal le dio la entrada al inspector jefe de la Policía Judicial de Burgos, que con escasas interrupciones de la acusación pública completó su discurso. La batalla posterior con el abogado de Montserrat y Triana chirrió en el escenario, la sala de vistas de la Audiencia Provincial, pero los presentes ya se habían quedado con la copla de su reconstrucción de los hechos y había intriga por ver la armonía con su compañero. Y el interrogatorio del fiscal al jefe del grupo Udev de Burgos sonó a la misma música.

Los dos policías consideran que las dos preguntas que se realizaron a Montserrat fueron "suficientes" Las coincidencias lingüísticas les llevaron a ambos a referirse a la propuesta de un pacto con Triana y Montserrat como una «absoluta barbaridad». Ambos manifestaron que no podían tener hambre a las 13:19 horas del día siguiente a los hechos porque sobre las 12:00 horas habían tomado, ambos, un pincho. Tampoco conocía ninguno de ellos al por entonces inspector jefe de la Comisaría de Policía Nacional de Astorga. Ninguno de los dos «asesoró» –fue la expresión elegida tanto por Alfonso, como por Eloy, que así se llaman– a Montserrat y Triana sobre cuestiones legales tras su detención. Como hizo ver la defensa, ninguno sabía tampoco que a Triana se le realizó el kit de disparo el mismo día de los hechos y los dos especificaron que, dentro del caos reinante en el coche de Raquel Gago, el bolso con el arma se encontraba encima de la «alfombrilla». Para ninguno de los dos su actuación en casa de Raquel Gago fue relevante, pero actuando en conjuntoen la Comisaría de León consiguieron cierta «empatía» con las detenidas y «rebajar la tensión». También pudieron escuchar los dos las declaraciones de Triana y Montserrat en la que situaban el «pasadizo de Fuensanta» como el lugar en el que el bolso con el arma cambió de manos, y ambos afirman con rotundidad que Triana no leyó la declaración de su madre antes de realizar la suya. También sobre la declaración, los dos consideran «suficientes» las dos preguntas que se le hicieron a Montserrat, según consta en el atestado.

No obstante, las coincidencias no se refieren exclusivamente al léxico de los agentes. Ambos se «apoyaron» en Paco, el agente encargado de la redacción del atestado, y en Elena, la directora de la investigación, para «refrescar» la memoria sobre las actuaciones en las que tomaron parte hace ahora 20 meses.

La comparecencia de los policías de Burgos ocupó algo más de tres horas, tiempo suficiente para que los presentes se quedaran con sus cara y con su voces que, sin embargo, dejaron el mismo eco en la Audiencia Provincial.
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