“Me debió dejar esto en el coche”, contó entonces a su hermana y a una amiga sobre su encuentro con Triana minutos después del crimen, cuando ésta dejó el bolso en la parte trasera del coche de Gago. Lo hizo, relató, con dificultad para respirar y muy alterada. “A papá le va a dar un infarto”, exclamó la agente en medio de una situación de gran nerviosismo. Luego llamaron a un amigo policía, que se personó en el lugar. Lo hizo después otro compañero y también los agentes llegados de Burgos para colaborar en la investigación; uno de los cuales fue el que inspeccionó el bolso y su contenido.
El bolso
El defensor de Gago exhibió unas fotografías para avalar su tesis de que si el bolso que contenía el arma fue introducido debajo del asiento del coche, no tenía por qué ser visto por la persona que se sentó detrás del copiloto, al haber espacio suficiente para que permaneciese oculto. Por eso, según sostiene la defensa, sólo habría aparecido cuando se abatió el asiento para introducir la bicicleta.
Amiga de Triana
La hermana de Gago conoce a Triana desde hace bastantes años, también era amiga suya y sabía de su situación laboral en la Diputación de León, “que Isabel le tenía mucha manía, que Isabel Carrasco era mala y que habían amañado el examen y por eso no había sacado la oposición”. Tras su salida de la institución, “estaba mal, deprimida, mucho más triste”. En una ocasión, Triana le comentó que su hipoteca se la estaba pagando un amigo y las compras las pagaba con la tarjeta de su padre.
12 de mayo
El día de los hechos, la declarante llamó a su hermana sobre las 18.05 y le preguntó si se había enterado de lo ocurrido. Le dijo que sí y que estaba en clase de restauración y todo el mundo hablaba de los mismo. Después volvieron a hablar y Gago le comentó “luego te cuento, que yo sé algo más”. La declarante manifestó hoy que cuando supo que la fallecida era Carrasco su pensamiento fue “voy a llamar a Triana porque no se lo va a creer”.
“Siéntate y te cuento, porque te vas a caer”, le dijo más tarde Gago y antes de confirmarle las detenciones de Montserrat y Triana y contar que había tomado café con ellas esa tarde pero no su encuentro con su amiga minuto después del crimen.
Después acompañó a su hermana a dejar una puerta en el edificio donde se imparte la clase de restauración y posteriormente se reunieron con otras amigas. Una de ellas contó que Triana le había pedido que alquilaran juntas una plaza de garaje en la zona donde se encuentra la sede del PP leonés. Gago no comentó el encuentro con la detenida después del asesinato.
Sorprendida
“Nunca me hubiese esperado que ocurriese una cosa así en mi entorno”, reconoció y explicó que en se siente engañada, en lo que se refiere a la existencia de una situación que jamás se hubiera imaginado. “Le había metido el bolso a mi hermana, le había arruinado la vida”, por eso dije -sobre Triana- que era una materialista y que sólo le importaba el dinero, reconoció preguntada por sus críticas a la acusada.