Cuando León comía lo que molían quinientos molinos

En 1971, cuando Fernando Rubio fotografió el Molino Pisón, había en la provincia 500 molinos, la gran mayoría en plena actividad; medio siglo más tarde ya son escasísimos los que echan a moler la rueda del molino

04/11/2024
 Actualizado a 04/11/2024
El espectacular Molino Pisón, de Marcelino Llanos, en Sariegos, tal y como estaba en el año 1971 cuando fue fotografiado funcionando. | FERNANDO RUBIO
El espectacular Molino Pisón, de Marcelino Llanos, en Sariegos, tal y como estaba en el año 1971 cuando fue fotografiado funcionando. | FERNANDO RUBIO

Cuando Fernando Rubio viaja a la memoria y los datos del reportaje fotográfico que este lunes nos ocupa, el Molino Pisón, le sorprende el primero de los números que encuentra: 500. 

Aproximadamente quinientos son los molinos que quedaban en la provincia en 1971, la mayoría en funcionamiento. Y recordaba en el reportaje que "hacía 29 años (en 1942) que Marcelino Llanos había comprado el Molino Pisón. Un molino en la localidad de Pobladura del Bernesga, que tenía (en 1971) 100 años de antigüedad y contaba con tres tambores con seis muelas de piedra francesas, de una tonelada de peso cada uno". Bien es cierto que ya se asomaban nuevos tiempos y "de los tres tambores, sólo uno el dedicado a la molienda de grano de pienso, funcionaba; los otros dos (para granos panificables) habían dejado de utilizarse en 1960".

El Molino Pisón era el motivo del reportaje, uno de los grandes de la provincia, en tamaño, trabajo e historia, que el molinero les contó: "El Pisón muele 300 kilogramos a la hora y para su accionamiento utiliza el agua de la presa, que llevaba un caudal de entre 4.000 y 1.200 litros por segundo, según sea invierno o verano. El ruido de su funcionamiento era atronador y da una especial sensación entre el ruido del agua y los de los la maquinaria impulsada por los álabes que ésta mueve y hace que la muela o piedra volandera triture el grano que cae al ojo desde la tolva a través de la canaleta y lo convierta en harina y salvao que luego se recoge en sacos".

Marcelino Llanos hablaba de la importancia del correcto funcionamiento, un fallo había provocado un recordado incendio en su molino. | FERNANDO RUBIO
Marcelino Llanos hablaba de la importancia del correcto funcionamiento, un fallo había provocado un recordado incendio en su molino. | FERNANDO RUBIO



Es importante que todo este proceso se cumpla como lo había descrito Marcelino Llanos, el molinero, pues no hacerlo había supuesto el accidente más importante del viejo molino. "En 1938 sufrió un incendio provocado por el funcionamiento en vacio de las muelas que, al no llevar grano, con el roce se calentaron y las chispas prendieron en la madera del tambor y la tramoya".

Si los 500 molinos de 1971 nos parece una cifra muy importante habría que recordar que "en el Catastro del Marqués de la Ensenada (del año 1749) se llegan a citar hasta 4.497, la mayoría harineros, aunque también los hubo de linaza".
Y centrándonos en el lugar donde está el Molino Pisón, de Marcelino Llanos entonces, habría que señalar que "el municipio de Sariegos contaba con seis molinos hidráulicos que aprovechaban el agua de la Presa del Bernesga para moler el grano, para hacer funciones de serrería e incluso producir electricidad".

La situación actual, ya se ha apuntado, es que son muy pocos los que aún muelen, muchos son ruinas, algunos han sido restaurados y tienen otros usos (en León está en proceso el Molino Sidrón). La documentalista Noemí Suárez está realizando un impagable trabajo de investigación sobre molinos y construyendo un mapa que recupera y cuenta aquellos de los que existe alguna piedra. Que eran muchos. En el último número de la Revista Alboral publica un reportaje sobre los molinos de Alba y Fenar y escribe, para darnos una idea de lo que fueron estas edificaciones o negocios sobre los de: El de La Venta (en Alcedo de Alba); El del Río y la Pedrera o el Molino de la Presa (Puente de Alba); dos molinos harineros en Candanedo de Fenar; el de la Huerta, el del Pontón, el de los Valles, el de los Prietos y el de la Folliquina (Rabanal de Fenar); el de Arriba, el de Abajo y el de la Vega (Brugos de Fenar); el de las Eras, el Nuevo, el de Arriba y El Peregrino (en Olleros de Alba); seis molinos harineros sobre el reguero del Concejo en Sorribos de Alba; el de Abajo, el Cimero y el del Medio en Llanos de Alba y otros cinco en La Robla (el de Arriba, el del Picón, el de las Casas  del Río, el Viejo y Otro. 

Y, sobre todo, otros muchos que han desaparecido.

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