Del frío de El Ferral al barro de La Puentecilla

El CIR de El Ferral era un hervidero de reclutas en cada reemplazo; por él pasaron ilustres de todos los campos, también futbolistas como Quini, Buyo, Marianín... o Narciso. Algunos acabaron jugando en la Cultural

27/05/2024
 Actualizado a 27/05/2024
partido ferral
partido ferral

Las casualidades de los días hacen que este fin de semana haya coincidido el desfile de las Fuerzas Armadas con una nueva decepción de la Cultural, que no se metió en la fase de ascenso y cerró la temporada con una derrota en su estadio. 

Si hay algo que pueda unir cualquier circunstancia que le pidas es, sin duda, el archivo de Fernando Rubio. También éstas y recuerda el fotógrafo cómo, estando en la mili en El Ferral (en 1971) acudió a aquel famoso CIR la Cultural de la época para disputar un partido ‘de gala’ a la vista de los personajes que acudieron al palco. "Miro la fotografía y te los puedo decir todos: Beirán, directivo de la Cultu; el comandante ayudante del  Gobernador militar; el teniente coronel Amador Palacín; el presidente de la Cultural, Ángel Panero; el Gobernador militar, general Manuel Alonso Cabeza; y el coronel Jefe del Ferral, Inocente Vázquez Fernández-Arroyo".
- Sigues de cerca la vida militar, a lo que se ve, conoces a todos.
- Más fácil. Estaba haciendo la mili y era una especie de enlace entre El Ferral y el Gobierno Militar; los tenía que conocer.

Aquel partido, al que la Cultural acudió con prácticamente todos sus titulares a la vista de las fotos —falta alguno como Ovalle, y en su lugar está el recordado Pepín El Purri— eran una práctica relativamente habitual en la época, con presidentes como Panero o Fernández Rabanal, pues entre los numerosos soldados que acudían al CIR leonés en cada reemplazo encontraron a veces futbolistas que acabaron jugando en la Cultural, gracias a esas buenas relaciones.ç

Beirán, directivo, y Panero, presidente, rodeados de las autoridades militares en el palco de honor. | FERNANDO RUBIO
Beirán, directivo, y Panero, presidente, rodeados de las autoridades militares en el palco de honor. | FERNANDO RUBIO

 

‘El brujo’ Quini y Paco Buyo
 

La enorme popularidad de Enrique Castro, Quini, ‘El Brujo’ del Sporting (y Barcelona) y sus frecuentes visitas a León propiciaron que el siempre afable y cercano futbolista confesara con gracia: "Yo vestí la camiseta de la Cultural, en un amistoso pero la vestí... y defendí el escudo". Explicó en uno de los homenajes, donde reconoció que "desde que hice la mili allí siempre me han tratado de forma extraordinaria. Me dieron el Gallo de San Isidoro, que me hizo ilusión y, para justificarme, ya confesé que jugué un partido con la Cultu. En la mili tenía unas ganas locas de jugar a fútbol, me hablaron de un amistoso y me apunté sin dudarlo".

Siempre se ha contado que también Paco Buyo hizo la mili en León y hasta existe la leyenda urbana de que la Cultu no lo quiso "por bajo"; sin embargo, en las numerosas biografías y reportajes del portero madridista se repite que "jugó un año en el Huesca por estar haciendo la mili en Jaca" e, incluso, se aclara que después de hacer el campamento en Zaragoza. 

Se ha apuntado que algunas directivas culturalistas —las de Panero y Rabanal fundamentalmente— apostaron por las mejores relaciones con los jefes militares de El Ferral, incluso incluyéndolas en sus directivas, y la realidad es que "fueron fructíferas" con una doble vertiente: facilidades para los jugadores leoneses de la Cultural para entrenar y jugar o incorporar a la disciplina culturalista a futbolistas que estaban en el CIR durante su estancia leonesa. Los casos más conocidos son los del goleador Narciso y, años antes, Patón, un internacional sub 21 del Español, defensa central.

Una alineación muy habitual de la época, con Pepín ‘El Purri’ en el lugar de Ovalle en la delantera. | FERNANDO RUBIO
Una alineación muy habitual de la época, con Pepín ‘El Purri’ en el lugar de Ovalle en la delantera. | FERNANDO RUBIO



Así lo recordaba Narciso: "En El Ferral tenía que hacer solo un mes y medio de instrucción para luego jurar bandera y que te dieran un destino. Recién llegado, el entonces, Fernández Rabanal, tenía un hijo periodista deportivo (Luis Fernández) y se enteró de que yo estaba aquí haciendo la mili, fueron al Ferral para hablar conmigo y decirme si quería jugar en la Cultural". 

Debían tener capacidad de persuasión pues Narciso reconocía que "estaba todo hablado para ser destinado a Valladolid y jugar allí, pero me quedé". E, incluso, no solo jugó aquella temporada 84-85 sino que regresó en una segunda etapa, en la 92-93, marcando 15 goles en 30 partidos y después de mostrar su olfato de gol en equipos como Las Palmas o el Sporting de Gijón.

Cuando Pedro Patón (defensa central) vino a hacer la mili en la temporada 85 había sido internacional sub 21 y fichado por el Español, que fue quien lo cedió a la Cultu. Decía de aquella experiencia, al finalizarla: "Siempre guardaré un recuerdo imborrable de la Cultural pero me ilusiona pensar en lo que puedo hacer en el Español de cara al futuro. Lo más duro ya pasó, aunque ahora no encuentro el momento de reintegrarme a la disciplina de Azkargorta".
 
Jugó varios años en Primera división (Español y Cádiz) pero las lesiones lastraron la carrera de una de las grandes promesas del fútbol de los ochenta. 

Son solo algunos ejemplos, de aquellos años de un pueblo, El Ferral, por el que pasaron también gente como Antonio Flores o un hijo de la Duquesa de Alba. Había entonces más de veinte bares en la localidad; en la actualidad parece que lucha por mantener abierto uno, el último. Historias de la mili. 

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