Los ‘hijos’ de "corta que es conferencia"

Los teléfonos de los años 70, las novedades que se anunciaban, nos dan una visión mucho más contundente que cualquier otra de cómo se nota el paso del tiempo

28/10/2024
 Actualizado a 28/10/2024
Viendo aquellos postes y cableado de la telefonía de los años 70 se entiende perfectamente los largos cortes y días sin conexión | FERNANDO RUBIO
Viendo aquellos postes y cableado de la telefonía de los años 70 se entiende perfectamente los largos cortes y días sin conexión | FERNANDO RUBIO

Esos viajes en el tiempo que cada lunes proponemos recuperando fotografías de los años setenta del pasado siglo en el archivo de Fernando Rubio, fotoperiodista en León en aquella década, nos permiten ver la evolución que en medio siglo han tenido gentes, costumbres, vestimentas, oficios... la vida, en definitiva. 

Habrá pocos lunes en los que el salto sea más evidente y palpable que en las imágenes de este, centradas en los teléfonos (entonces fijos) y la telefonía en general. El primer gran cambio, que salta a la vista, son los modelos. En 1972, año de las fotos, el teléfono móvil no existía. Hoy, 52 años después, el que está prácticamente desaparecido en combate es el teléfono fijo

No cuesta en exceso recordar y pensar en aquellos pueblos en los que era habitual un cartel azul, con letras blancas grabadas sobre a chapa y una única palabra: "Teléfonos". En algunos pueblos aún existen y los más jóvenes no acaban de entender que esa flecha que va por debajo de la palabra señala le dirección de "le centralita". No había teléfonos más que en unas pocas casas y los pueblos debían acudir a la centralita, con el número al que iban a llamar apuntado y dárselo a la telefonista para que fuera llamando y avisando a quien le tocaba el turno. En muchas ocasiones, especialmente en verano, con unas considerables colas ante la centralita, pues las primeras cabinas fueron urbanas.

Eran aquellos años de tarifas diferentes para llamar a la provincia a fuera de ella. Y ya ni les cuento al extranjero, cuando causaban sensación las llamadas de aquellos emigrantes que regresaban a pasar las vacaciones y realizaban alguna llamada al país que les había acogido. Fueron los años en los que hizo furor la recordada frase: "Corta ya, que es conferencia y te va a salir por un ojo de la cara"; le decía ‘el llamado’ a quien le había puesto la conferencia. También se sucedían las anécdotas con la responsable de la centralita, que "conocía más secretos que un cura en confesión... pero sin voto de silencio".

Las novedades que se anunciaban en 1972 (altavoz, contestrador automático...)provocan una sonrisa 52 años después ¿y los modelos? | FERNANDO RUBIO
Las novedades que se anunciaban en 1972 (altavoz, contestrador automático...)provocan una sonrisa 52 años después ¿y los modelos? | FERNANDO RUBIO



Vinieron después los teléfonos públicos —en una casa del pueblo, que al acogerlo asumía la obligación de avisar a quien llamaban—, posterior mente las cabinas, los teléfonos en las casas —el automático, les llamaron al no tener que acudir a la centralita— y en los setenta esos que hoy consideramos antiguallas hacían furor. No hay más que ver ‘las novedades y adelantos’ que publicitaban en aquellos históricos fijos con una rosca con los números para marcar: "Teléfono con altavoz" o "teléfono con contestador automático", explican las imágenes recuperadas este lunes por Fernando, quien también viaja en el tiempo de sus recuerdos: "En mis recuerdos están los teléfonos negros de dial de disco y los números de abonado de sólo 4 cifras y sin prefijos, ya que las conferencias interurbanas se realizaban a través de operadora, con unos enormes tiempos de espera", para avanzar hasta los setenta, los de las imágenes de su archivo y recordar los avances que supuso, por ejemplo, para su profesión de fotoperiodista: "La llegada de los teletipos fue un acontecimiento, como los telefotos que permitían enviar nuestras fotografías a las agencias de Madrid —EFE, Europa Press, Cifra— por una línea dedicada a ello en la que cada fotografía tardaba más de 10 minutos en enviarse". 

Y en esos cambios un hito fundamental para el periodismo, en el día de más trabajo y carreras por la inmediatez, el día del sorteo de la lotería de Navidad, el 22 de diciembre. "Un cambio fundamental lo supuso la recepción de la lista de la lotería por facsimil (el popular fax) en vez de esperar al día siguiente a la lista oficial que llegaba por correo y conformarse para imprimir el Especial de la Lotería de Navidad, con los números tomados ‘al oído’".

Y junto a la llegada de las cabinas a las calles de las ciudades recuerda Rubio aquellos otros teléfonos públicos de los bares que funcionaban con fichas que había que comprar al camarero. 

Todo un mundo que ha avanzado a pasos agigantados en menos de dos siglos de desarrollo, que el bueno de Fernando, muy amante de los datos, ha recogido algunos: "La invención es del italiano Antonio Meucci, en 1854, que llamó ‘teletrófono’ y en 1876, Graham Bell lo patentara en Estados Unidos. En 1877 llegó a España pero en 1920, por ejemplo, el 97% de los municipios no tenían servicio telefónico y cuatro años más tarde se crea el monopolio de Telefónica (1924), que en su 50 aniversario (1974) marcó el récord de telefonistas contratadas. Y en 1976 llegó la telefonía móvil a España, aunque no se generalizó hasta unos cuantos años después. En 1977 el 95% de líneas ya eran automáticas y un años después ya había en el país 10 millones de teléfonos, fijos, por supuesto. A toda velocidad todo".

Por cierto, ese móvil que tiene en e bolsillo, de última generación, mañana se le habrá quedado obsoleto pues habrá aparecido en el mercado otro que ni nos imaginamos lo que puede hacer. Incluso llamar por teléfono. 

Y lo que puede costar.  

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