Entre las publicaciones de ‘vidas anteriores’ anda por las estanterías una especializada, llamada Documentación Social que se explica en su subtítulo: ‘Revista de sociología aplicada’ y dedica un número completo, de los años 60, a ‘La atención a subnormales’, así lo reza en una portada en la que figura este título como único reclamo gráfico.
Hace tan solo unos días vivimos en en el Parlamento español un hecho absolutamente inédito en los tiempos que corren, el acuerdo de los grandes partidos para reformar la Constitución y eliminar de ella el término "disminuido". Quiere significar el camino recorrido en la utilización de las palabras, los términos, para definir a determinados colectivos. Algo similar a disminuido ocurre con subnormal y, sin embargo, no hace tanto que había días para "recaudar fondos para los subnormales". Cuando Fernando Rubio viaja a su archivo ‘setentero’ la carpeta de las fotos de hoy con el epígrafe de la época: "Cuestación Pro Subnormales. León 1971". Cuando colgó algunas de estas fotos en su foro pronto la polémica viaja en los comentarios a la palabra subnormal, lo que le obliga a un comentario aclaratorio: "Anacronismo: Error que resulta de situar a una persona o cosa en un período de tiempo que no se corresponde con el que le es propio. (...) Quedarse en la anécdota del nombre desvía y menosprecia el gran trabajo realizado por Asprona y la Federación de Asociaciones de Protectoras de Subnormales (Feaps)".
De ello se trata también hoy, de celebrar los 60 años de Asprona León (en 1964). "Es curioso que las personas que opinan de una manera extemporánea, sobre la cuestación prosubnormales, no se haya fijado que esas instituciones las habían creado las familias que sufrían de forma directa el problema de la atención y cuidado de una de esas personas" lo que invalida cualquier atisbo de intención peyorativa en aquellas cuestaciones que se anunciaban como "Pro Subnormales" y una de las fotos que aporta hoy ofrece otra reflexión muy ajustada a la realidad. "No queremos piedad sino justicia".
Ahí está una realidad que hoy sigue teniendo vigencia y mucho más en aquellos años, 1964 , cuando nació Asprona León y los antecedentes en España vienen de 1959 cuando se crea en Valencia Asprona (Asociación Pro Niños Anormales). La ‘delegación’ leonesa fue y sigue siendo "una organización promovida por padres y familiares de personas con discapacidad intelectual y/o del desarrollo. Se creó en diciembre de 1964 a partir de la inquietud de un grupo de familias de León con hijos con discapacidad intelectual, preocupadas por buscar una respuesta social a los problemas y necesidades que planteaban sus hijos" y el ingente trabajo que han hecho nadie lo pone en duda, hasta un bingo de Asprona funcionó; así como su expansión. Basta pensar en la importante ‘oferta’ que, al margen de su sede central, tiene seis centros de día, tres centros ocupacionales, dos centros de mayores, dos centros de terapia ocupacional o un centro de Educación Especial; al margen de que será muy complicado encontrar trabajadores más implicados y cercanos que aquellos de todos estos centros que han contribuido al largo camino que va de visualizar el problema (a nadie se le oculta que hubo un tiempo en los que de alguna manera se escondía a estos pacientes) hasta ofrecerle atención a ellos, a sus familias y terapias adecuadas. Algo que integra su propia definición: "La Asociación Protectora de Personas con Discapacidad Intelectual o del Desarrollo, Asprona-León, es una organización de acción social, sin ánimo de lucro, declarada de utilidad pública y abierta a todas las personas que quieran participar en un proyecto integral dirigido a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y sus familias".