La semana pasada, en el rincón de su lunes, contábamos cómo se habían conjurado nuestros intereses para recordar a José Luis Pérez Soto, amigo común, y señalábamos las ideas que nos llevan a elegir una. Esta semana ya habíamos seleccionado otro tema —tal vez para la siguiente— pero en la misma mañana de este domingo, desde el interior de la manifestación hay un cambio de planes: "Fernando, aborta la operación acordada, ¿podemos sacar material gráfico de los años 70 en Feve?".
- Por supuesto.
Y recordó, como ejemplo de la vigencia de este viejo tren (101 años) en su memoria una vieja anécdota ya contada, pero jugosa: "En 1957, con motivo de la toma de hábito de mi tía Olvido, como Sierva del Sagrado Corazón de Jesús, mi madre nos llevó a mi hermano Justo y a mí a Bilbao. El viaje lo hicimos en el ‘tren de vía estrecha’, partimos de la Estación de Matallana a las 8 de la mañana y llegamos a Bilbao a las 8 de la tarde. 12 amenas horas, con ración extra de carbonilla y, con la posibilidad de bajarte del tren e ir caminando al lado, en las zonas con subidas pronunciadas. Contemplar el paisaje con las ventanillas bajadas y, subirlas, rápidamente, al entrar en los túneles para no respirar los humos que soltaba la chimenea de la máquina... No sé qué asociación de ideas me ataca, pero cuando leo noticias de la Alta Velocidad me acuerdo de aquel viaje a Bilbao de 12 horas ¿cuánto tardaría un AVEen el mismo trayecto?".
- No me lo digas, cuéntame otra cosa ¿Salió bien la manifestación?
- Una pasada, miles de personas. Dan ganas de creer en el futuro de nuestra ribera del Torío y las que siguen si esta lucha sigue así.
Y Fernando Rubio, siempre tan escudriñador, hace otro viaje, a situaciones similares que igual pone a enfriar el optimismo de la concentración masiva de este domingo. "Por ejemplo, los obstáculos a la realización de la línea que unía Santander con Valencia (conocida como Ferrocarril Santander-Mediterráneo) o la de Francia por el túnel de Somport, que fueron torpedeadas por los políticos centralistas o los intereses oligárquicos de vascos y catalanes aunque se volverá a abrir en 2025 gracias al interés de Francia. Para la UE, el reto de reabrir la línea ferroviaria Pau-Canfranc-Zaragoza significa una nueva conexión ferroviaria transfronteriza en los Pirineos, que contribuirá a mejorar la interconexión de la Península Ibérica con el resto de Europa, tanto para el transporte de pasajeros como para el de mercaderías".
- Pues habrá que llevar el Hullero hasta Francia.
- No te vengas arriba.
Sí recuerda Fernando Rubio aquellos años 70 en los que el viejo Hullero era un medio de transporte fundamental, para colegios, compras, acudir al trabajo y el ocio. "He leído que los luchadores iban a los corros en el tren, también el pregonero de la Feria Internacional de la Trucha (Juanín) contaba que su primera captura la hizo en un viaje en el Hullero, se apeó, pescó y regreso en el mismo tren, a otra hora, claro. Ese tren es mucho más que un tren".
Es uno de esos trenes de cuyas estaciones escribía Carlos Ruiz Zafón: "Siempre había pensado que las viejas estaciones de ferrocarril eran uno de los pocos lugares mágicos que quedaban en el mundo. En ellas se mezclaban los fantasmas de recuerdos y despedidas con el inicio de cientos de viajes a destinos lejanos, sin retorno. ‘Si algún día me pierdo, que me busquen en una estación de tren’, pensé".
Trenes de los que también escribieron tantos otros escritores leoneses, desde ese "tren de campesinos viejos y de mineros jóvenes" que componen uno de los poemas más conocidos de Antonio Gamoneda o el viaje de Aparicio en el Transcantábrico que le dio nombre a un tren de lujo de Feve.
El Hullero, Feve, el tren de madera... ¿y ahora?
La gran manifestación de este domingo por el futuro de Feve lleva a Fernando Rubio a rescatar imágenes del viejo Tren Hullero de los años setenta, cuando los trenes llegaban hasta las estaciones, que parece de Perogrullo, pero no lo es
18/11/2024
Actualizado a
18/11/2024
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