El pueblo cabreirés que danza a Nabucodonosor

Corporales, un pequeño pueblo de Cabrera, ha sabido conservar La Danza de Nabucodonosor, una increíble joya de su patrimonio cultural gracias a gente como Moisés Liébana, El gaitero de Corporales

10/06/2024
 Actualizado a 10/06/2024
La Danza de Nabucodonosr en Corporales. | FERNANDO RUBIO
La Danza de Nabucodonosr en Corporales. | FERNANDO RUBIO

Si hay una comarca que siempre te puede sorprender, para bien o para mal, ésta es la Cabrera. Y entre las joyas que allí puedes encontrar en un pequeño pueblo del municipio de Truchas, Coporales, es la Danza del Rey Nabucodonosor, lo que puede parecer a priori una excentricidad pero es una realidad incuestionable. Tanto que nuestro Fernando Rubio también guarda en su archivo imágenes de ella en sus años setenta. No era habitual en la prensa de la época ‘viajar por la provincia’. "Es de una serie que dediqué al folclore leonés. Entre las fotografías de este tema que hice en 1974, están las de los danzantes de la ‘Danza del Rey Nabucodonosor’ del pueblo cabreirés de Corporales, que tomé con motivo de la entrega Entrega del Premio del Folclore Leonés 1974. Al ser una baile muy peculiar y que nace en el siglo XVII, me pareció muy interesante, y lo es".
 
Y a la hora de entender este fenómeno se encontraron con un personaje fundamental, Moisés Liébana, el mismo que le ofreció a Concha Casado todos los datos y la recordada etnógrafa leonesa es cierto que realizó un estimable e infatigable trabajo de difusión y divulgación de la versión cabreiresa de esta Danza. Les contó Liébana entonces, y repitió en numerosas ocasiones pues se convirtió en un personaje importante del folclore leonés, cómo era esta danza y cómo se conservó, que es casi milagroso, aunque hubo gentes que pusieron su grano de arena. "Antes de tocar yo, tocó mi suegro, que en paz descanse. Y antes que él, otros. La danza data por lo menos de mil seiscientos o por ahí. Es de tradición de toda la vida en este pueblo de Corporales".

Los vecinos de Corporalescacudían al campo de las danzas. | FERNANDO RUBIO
Los vecinos de Corporalescacudían al campo de las danzas. | FERNANDO RUBIO



Hay gente que la toca, pero ¿cómo se trasmite? Otro misterio si escuchamos a Liébana. "No la enseña nadie. Se sabe por tradición. El problema que tenemos es que la gente que sabe bailar se va marchando. En el pueblo sólo hay gente de edad porque los jóvenes se marchan. En este momento no podríamos hacer la danza. Otro problema son los trajes; no se encuentran. Las pocas piezas que se conservan están dispersas por los pueblos. A la hora de vestirse, una pieza es de un lado y otra de otro; y, claro, no encajan bien. La gente se cansa de andar pidiendo los trajes de puerta en puerta. Habría que encargar trajes y tenerlos para siempre, costaran lo que costaran.

Pero es lo de siempre, no hay dinero. También la gaita está mal. Es vieja, ¿sabe? Hacia falta comprar una nueva... Me he enterado de que en Ouintanilla hay una muy buena, pero harían falta cuartos, y de eso hay poco". Una sucesión de problemas en la andadura de este personaje para el que la música no era su medio de vida, pero sí su pasión, que supos trasmitir a otros muchos vecinos de la localidad conocida en muchos ámbitos por mantener viva la Danza de Nabucodonosor.
- ¿Y qué es esta danza?
- Se llama la Danza del Rey Nabucodonosor y viene a ser su desarrollo es como una discusión entre dos reyes, el moro y el cristiano. Intervienen diez danzantes, la dama -que es la mujer del rey moro- y el gaitero. Primero tiene una parte hablada. Son discusiones entre los dos reyes; se mandan embajadas a hablar los unos con los otros. En medio de la discusión se baila un corro. Después viene el lazo de ‘La Raposa’, que es como un ocho. En primer lugar el rey moro y luego el cristiano van sacando a todos los danzantes; al final, quedan como estaban. Luego se baila otro lazo con castañuelas. Después cogen los palos -antes se hacia con espadas- y hacen como un simulacro de lucha.
- ¿Y quién la enseña?
- Nadie y, además, la gente que la sabe, que la hay, se va marchando. Cuando me muera yo ya no sé qué pasará. 

Liébana ya murió y la Danza sigue ¿Otro milagro en Cabrera? 

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