Hace no mucho leía una publicación en las redes sociales de
Miguel Ángel Hernández, autor de
‘El dolor de los demás’ (Anagrama), en la que salía una foto del canto de un libro por el lado de las páginas en las que se veían casi todas dobladas. Algo había ahí dentro que llamó su atención. Definió aquel libro como un «libro origami», y no recuerdo de qué libro se trataba pero bien podría haber sido este de Jabois, el de ‘
Malaherba’, su primera novela. Este también es un «
libro origami» con el que marcar las páginas gracias a que este escritor sabe bien cómo poner palabras al día a día. Lo demuestra en cada columna de opinión que escribe con una lucidez más que necesaria en estos tiempos y, por supuesto, en libros anteriores como ‘En esta vida o en la otra’ o en ‘Manu’. Aunque la palma de todos ellos es ‘Irse a Madrid’, un recopilatorio de columnas de opinión con el que gozar de ese género y de un periodista gallego y un tanto canalla. Sabe bien cómo sacar un sonrisa con sus palabras y además de la ironía, domina a la perfección aquello de tocar al lector de manera incisiva hasta que duela. El protagonista es
Tambu, un pequeño de 10 años por culpa de quien la palabra más repetida en todo el libro es «miedo». Anda por sus páginas en plena fase de descubrimientos, esos que conllevan el hacerse mayor. Tantas primeras veces hay en ‘Malaherba’ que aunque no sea la primera que se encuentra uno con Jabois, lo parece porque ‘Malaherba’ nunca muere. Por fortuna.
Más libros de Manuel Jabois:
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'Nos vemos en esta vida o en la otra' (Planeta): Esta es la vida aburrida, perdida y verdadera de un chico al que no le da miedo morir. Esta es su sórdida historia, narrada con frialdad por Jabois, autor que relata con un estilo sencillo y directo la acción que precedió y siguió al 11-M del primer condenado por los atentados, Gabriel Montoya.
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'Irse a Madrid' (Pepitas de Calabaza): Jabois se aparta de los lugares de la noticia para firmar una excelente y disparatada crónica sobre lo que le rodea. Desde su primera rueda de prensa con Camacho hasta su viaje como corresponsal a un congreso de empresarios de locales de alterne, en sus artículos relata también su propia vida.