LNC Cofrade: Cristo nuestro bien

La imagen documentada más antigua de nuestra Semana Santa cumple 350 años

01/06/2024
 Actualizado a 01/06/2024
Contrato del paso suscrito en 1674. | ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE LEÓN
Contrato del paso suscrito en 1674. | ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE LEÓN

Ciertamente hay imágenes de nuestra Semana Mayor fechadas anteriormente, pero el Expolio es la primera que se ha podido documentar: fue encargado «por la compañía de Jesús Naçareno» a Francisco Díez de Tudanca el 30 de noviembre de 1674.

En el documento custodiado en el Archivo Histórico Provincial de León, al que LNC Cofrade agradece las facilidades para ser reproducido, podemos encontrar la detallada descripción que se hace de los cuatro sayones que acompañarían a la «imagen de Christo nuestro bien, de bulto a imitación de mucha umildad». Mientras uno le despojaba de sus vestiduras, otro barrenaba la cruz, que permanecía en el suelo tal y como procesiona actualmente, en tanto los dos restantes –con una rodilla en tierra y la otra levantada– se sorteaban las vestiduras. Una composición que no es difícil de imaginar si tomamos como referencia, por ejemplo, el existente en Sahagún bajo la misma iconografía –y fechado en la misma época– o los pasos firmados por Tudanca en la también cercana Medina de Rioseco.

Lo cierto es que, de todo ello, únicamente ha llegado a nuestros días la imagen de Cristo, que vendría desfilando solo desde los últimos años del siglo XVIII, tras la eliminación de las efigies secundarias debido a la crisis de braceros, siendo entonces conocido como ‘Señor del Rodapelo’. Décadas más tarde figuraría como ‘El Silencio’, apelativo que –ya en el siglo XX– daría paso a su denominación actual.

En cuanto al documento, que muy pronto cumplirá 350 años, se le ha puesto en valor desde hace cuatro décadas, si bien la primera noticia que se tiene de su existencia se remonta a la Semana Santa de 1940, cuando se publica una transcripción parcial del mismo firmada por R. Rodríguez (posiblemente el entonces archivero catedralicio Raimundo Rodríguez), a la que se añaden opiniones sobre el estado de la imagen –«algo repintada», dice– y sugiriendo la reconstrucción del conjunto escultórico, algo que se ha proyectado no pocas veces.

Sin embargo, poca trascendencia tuvo el hallazgo, si tenemos en cuenta que Máximo Cayón Waldaliso, cuando da a conocer en 1979 la autoría del Expolio, afirma que «ha permanecido en el anónimo (…) hasta hoy». A renglón seguido, el historiador Fernando Llamazares daría más luz sobre el tema en el tantas veces referenciado artículo publicado en ‘Tierras de León’ en junio de ese mismo año.

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