LNC Cofrade: De León a Astillero

El Yacente estrenado por Minerva en 1949 procesiona hoy en esta localidad cántabra

Carlos García Rioja
08/06/2024
 Actualizado a 08/06/2024
El Cristo Yacente de Astillero. | FERMÍN MOLINO
El Cristo Yacente de Astillero. | FERMÍN MOLINO

Dos fueron las imágenes estrenadas por el escultor Víctor de los Ríos en la Semana Santa leonesa de 1949, con ya entonces desigual atención: si la Dolorosa de la Cofradía de Jesús acaparó portadas, el Yacente para Minerva pasó un tanto desapercibido, excepto para la crítica artística.

Aquel Martes Santo, 12 de abril, se abría en el salón-biblioteca de la Diputación la exposición del Cristo «que figurará en la urna», en un ambiente lúgubre al que apenas daban luz cuatro hachones. El Yacente se presentó sobre «un rústico armadijo de ramas de negrillo en tono plateado con el escudo de la cofradía», una puesta en escena similar a la del paso en la calle ese mismo Viernes Santo por primera –y única– vez, ejerciendo de seise del mismo el recordado Ángel Suárez Ema.

Aunque todo apuntaba a su continuidad –«es de creer que dentro de dos años esté ya en mejores condiciones», en referencia a su iluminación–, lo cierto es que la imagen fue devuelta a su autor pese a los elogios de expertos como Borrás Vidaola –«iniciativa feliz de esta obra grande y excelsa»– o Joaquín de Entrambasaguas –«ningún escultor, hasta ahora, había percibido [esta iconografía] en toda su integridad», dicen que por su excesivo tamaño y no caber en el sepulcro existente–.

No tardaría en buscar destino, que habría venido de la mano del pintor Casto Castillo, contemporáneo de Víctor de los Ríos y también cántabro, quien puso ‘en bandeja’ la adquisición del Yacente a Francisco Martínez, párroco de la iglesia de San José de Astillero por el mismo precio estipulado para Minerva: 15.000 pesetas.

Hasta la década de los 60 la imagen no comenzaría a procesionar, si bien no sería hasta 1994 cuando se constituya la Cofradía del Yacente y la Dolorosa, que articula la organización de los desfiles semanasanteros de la localidad.

Concretamente en el de la tarde del Viernes Santo, una veintena de ‘costaleros’ portan a hombros el Cristo, al que acompañan el más de un centenar de hermanos de la penitencial vestidos de riguroso morado, según relata a LNC Cofrade su presidenta, Carolina Diego.

Pese a este revés, Víctor de los Ríos continuaría atendiendo encargos para nuestra ciudad. De hecho, hoy se cumplen también setenta y cinco años de la presentación del grupo de San Antonio de Padua para el templo de los Capuchinos, inmerso en aquel 1949 en nuevas adquisiciones escultóricas.

 

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