Por increíble que parezca, la bibliografía semanasantera leonesa tardó muchos años en abrirse camino. Opúsculos y revistas aparte, hasta 1974 no se plantea un libro sobre nuestra Semana Santa, para el que la Junta Mayor encarga sus textos a Máximo Cayón Waldaliso y que este realiza sin que el volumen llegue a publicarse.
En 1982 aparecen dos libros: el dedicado por el citado Cayón a la penitencial de Jesús, y el que escribe y edita Juan Pastrana –‘Cofradías leonesas de la Semana Santa’– que recoge la historia de las congregaciones, pero sin apenas fotografías, al tratarse de una edición muy modesta en blanco y negro. Diez años después aparece el dedicado por la Junta Mayor a los pasos, de cuyos textos es autor Fernando Llamazares.
La escasez de este tipo de publicaciones es la que mueve en 1994 al editor leonés Ricardo Puente a lanzar «una edición que no podrá ser adquirida en librerías, con gran despliegue gráfico en color y encuadernación de lujo». Así rezaba la carta enviada a los hermanos de las cofradías que colaboraron con Puente y cuyo coste sufragó el propio editor en tiempos del correo postal como prácticamente única forma de difusión masiva.
De hecho, el justificante bancario de ingreso de las 2000 pesetas de uno de los dos plazos para suscribir la obra debía enviarse al domicilio particular del autor. El otro era abonado en la Imprenta Moderna –en cuyos talleres tomó forma– al retirar un libro que se abre con el nombre y apellidos de cada uno de los 242 suscriptores, muchos de ellos conocidos, que nos permiten hacer una radiografía de la Semana Santa de hace ahora tres décadas.
El volumen, que nunca ha salido a la venta como se comprometió su editor, reúne textos de las penitenciales que en su momento colaboraron –once de las dieciséis– y entre sus firmas destacan tanto papones ya entonces veteranos –Gonzalo F. González Cayón y José Luis Vázquez Mariñas, quien realiza varias ilustraciones–, como otros que comenzaban sus aportaciones –Agustín Nogal y Héctor Luis Suárez–. Complementan estos artículos las fotografías del propio Ricardo Puente, que además reflejan una Semana Santa bien distinta a la actual, al haberse realizado a lo largo de veinte años atrás, apareciendo no pocas imágenes y tronos que ya no procesionan, convirtiendo a este libro hoy en una auténtica «edición de lujo» como entonces anunció su impulsor.