Los personajes del tío Ful: Arias, de Manzaneda

Se acerca San Isidro, fiesta en tantos pueblos agrícolas de la provincia, y en Manzaneda también se preparan para la celebración, no faltará el jamón, el vino y la olla ferroviaria, que el pueblo además de ganadero está a la orilla del histórico Hullero. Y cuando se acerca una celebración Arias anda por medio, siempre ha sido el impulsor de todas las celebraciones y para ésta ya ha comprado el jamón.

- Pero tú no eres labrador, ¿porqué celebras San Isidro?
- ¿Que no he sido qué? Yo he trabajado de todo: fui minero, muchos años camionero, nueve camiones tuve, presidente del pueblo, y no soy labrador porque las fincas las tengo arrendadas pero mías son.

Arias, que así le gusta que le llamen por motivos personales y familiares más que justificados, es un personaje en Manzaneda y toda su comarca. Primero la recorrió con sus camiones y ahora lo hace cada tarde. "Allá a las cinco, o así, después de la siesta, cojo el coche y voy hasta Matallana, después paso por Pardavé... en fin, que los visito a todos. Hoy no, que tengo el coche en el taller".

Tiene 85 años y recuerda a todos los dueños de minas para los que trabajó, incluido el recordado Ricardo Tascón, antes de dedicarse a los camiones, "al porte", y los recuerda uno a uno, con sus marcas, hasta siete. "Sobre todo trabajé mucho para la térmica de La Robla, llevando carbón, muchos años. Estaba allí cuando hicieron la segunda chimenea".

- ¿Qué te parece que la tiren?
- ¿A santo de qué la tiran? ¿Qué sacan de tirar lo que está hecho? Y todavía hay gente que va a ver cómo lo tumban, no quise ni mirarlo.

Va repasando Arias las numerosas celebraciones que organizó y que sus vecinos quisieron reconocerle haciéndole pregonero de las últimas antes de la pandemia con un bando titulado "Arias sale al balcón".

"¿También sabes eso?" pregunta socarrón este buen paisano al que solo un recuerdo borra la sonrisa, la muerte de su hijo Tomasín en un accidente con poco más de 20 años.