Los personajes del tío Ful: Manuel Suárez, ferroviario en Feve

"Hemos perdido la cercanía con la gente de los pueblos, con los viajeros que nos esperaban en el andén y había que ayudarles a subir la maleta; con los más ancianos, que tenían problemas para facturar o cosas así, y ya no te cuento ahora con las máquinas, que mucha gente no las entiende, no solo ancianos, miran a su alrededor y no hay nadie".

Para Manuel Suárez, ya jubilado de la Feve pero más activo que nadie en su memoria y reivindicación, la pérdida de contacto con los usuarios, el trato directo y personal, es una tragedia que ha cambiado el sentido de la existencia de la lÍnea. "Está muy bien que se pueda viajar a Madrid en un rato, pero también es fundamental que alguien de Aviados o Valcuende pueda coger el tren para ir al médico o a la compra, que le conozcan y le ayuden".

Manuel decidió un día jubilarse pero no dejar de estar en primera línea de defensa de Feve. Luchó en los años 90 para que se reabriera la línea y lo lograron y ahora mantiene viva la memoria de la vieja Feve, el recuerdo del histórico Hullero desde la dirección del Museo Ferroviario de Cistierna o dándole sabor a los recuerdos acudiendo con su cuadrilla a cocinar una olla ferroviaria allí donde se cuece algo relacionado con "su tren", como hizo esta misma semana en las conmemoraciones del Centenario de la línea Matallana de Torío- León, una historia que le recuerda la necesidad de que este tren llegue al centro de la ciudad, a su estación. "Yo creo que se están dando disculpas que no son reales o, cuando menos, subsanables. Es incomprensible".

Manuel vive en ferroviario, pero del Hullero, cada día pues detrás de cada una de las piezas que conserva en el museo de Cistierna no hay un objeto, hay una historia. "Esta la vida de quien la cedió o la usó, está la anécdota de una nómina, un albarán, el recuerdo del Tren lechero, los especiales que iban a las fiestas de los pueblos, a los corros de lucha, a las excursiones de los domingos. Y la cantidad de puestos de trabajo que creaba, por ejemplo, al ver el material de las patrullas de mantenimiento".

El tren Hullero es otra historia si te la cuenta Manuel, porque se nota que él la vive cada día.