Los personajes del tío Ful: Sonia, taxista en Cofiñal

Es feliz en su pueblo, con su gente, y siempre tuvo a Cofiñal en el horizonte cuando estudiaba en la Universidad. Cuando su padre dejó el taxi vio su oportunidad... si se reinventaba

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
17/06/2023
 Actualizado a 17/06/2023
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La jubilación de su padre, el histórico taxista de Cofiñal, le ofrecía a Sonia la posibilidad que siempre había soñado: vivir en su pueblo. Pero en casa lo tenían claro, debería reinventarse pues no se puede vivir en un pueblo pequeño del taxi tradicional.

Y Sonia se reinventó.
- Eran tantas las ganas que tenía que vivir en Cofiñal que decidí darle una vuelta a todo, mantener la idea tradicional de "te llaman para un viaje y vas" pero ir más allá.
- ¿Qué más se puede hacer?
- De todo. Desde ofrecer una imagen diferente, como diseñar un logo y un nombre de ‘empresa’, por así decirlo, y así nació Cofitaxi, el taxi de Cofiñal, a tratar de buscar nuevos nichos de mercado, que dirían ahora.

Se dice fácil, la idea está bien, pero hay que ponerla en marcha. Y lo hizo. "Una idea que funcionó muy bien fue la de adaptar un remolque para bicicletas de montaña, que hay mucha afición; y ahora, cuando llegue el verano, hay muchos grupos de jóvenes de esta comarca que nos llaman para que los lleve a la fiesta de algún pueblo e ir a buscarlos a la hora convenida, así están despreocupados de si beben algo o no... la que tiene que beber agua soy yo. Encantada".
- ¿Te quedas en la fiesta?
- Claro. También soy joven, como ellos, y ocurre que entre los que van los últimos y los que regresan los primeros no hay mucha diferencia de tiempo, no merece la pena acostarse.
- Serás la máxima experta en fiestas y orquestas.
- Por supuesto, pregunta lo que quieras.
- ¿Cuál es la mejor fiesta?
- La de Cofiñal.

Le puede su indisimulada pasión por su pueblo, al que se ha dedicado y donde también tiene una vertiente "social" en su trabajo. "Cuando llevo a gente mayor, al médico o al hospital o cosas así, si están solos o no pueden ir con ellos pues yo les acompaño, espero con ellos, entro a la consulta, cogemos las recetas... en fin, lo que haga falta".

No extraña que en la comarca estén encantados con Sonia, que "muchos ya no me llaman por mi nombre y ya me dicen Cofitaxi»"

La marca cuajó. Y la idea.
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