Los personajes del tío Ful: Ana Rabanal, de Brugos de Fenar

Cantante leonesa, emigró hace tiempo a París, donde encontró el caldo de cultivo ideal para desarrollar su carrera musical, aunque su gran ilusión era que su madre la viera en su pueblo; iba a ser este año, pero falleció

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
27/04/2024
 Actualizado a 27/04/2024
https://youtu.be/oHDXDGm_Z5Q?si=UHD3Ca9Q8Zerk4cQ

Ana siempre tuvo sueños vinculados a la música. Siendo aún una niña, estudiando en las monjas, su mayor afición era acudir al cuarto de la música, lleno de instrumentos, y soñar mientras el resto de niñas jugaban en el recreo.

- Siempre me gustó cantar.

Integrante de una larga familia, un día fue a ver a su hermana que ya vivía en París y en la capital francesa se abría un  mundo nuevo para ella, un caldo de cultivo ideal para su pasión por la música. «Fuimos a cenar a uno de aquellos famosos restaurantes que ofrecían cenas con concierto. Hubo una actuación y no recuerdo muy bien cómo  pero, de repente, me vi sobre el escenario, agarrada al micrófono, cantando». 

«Fui en París y sin saber muy bien cómo me vi en el escenario de una sala en la que actuaba Sacha Distel»

No lo debió hacer nada mal pues a su mesa se acercó alguien para ofrecerle ir a cantar a un local «que debía ser muy famoso, yo no lo conocía». Y aceptó el reto. Al llegar a la sala vio que una semana más tarde iba a actuar en aquel mismo escenario «un tal Sacha Distel, que yo entonces no sabía quién era» pero resultó ser uno de los más grandes de la música francesa. «Mejor no saber quién era así no tuve tanto miedo a la hora de subirme al escenario, aunque ahora me da un poco de vergüenza decir que no le conocía». 

Y así lleva un buen número de años viviendo, cantando y actuando en París, con frecuentes viajes a su tierra natal, en Brugos de Fenar. «Es un cambio muy grande, me encanta escuchar al lado de casa las campanas de la iglesia, ir al monte, visitar las viejas amistades». Pero el gran reclamo para regresar siempre era estar con su madre, ya mayor, una luchadora, madre de 9 hijos y «por la que siento verdadera admiración, pasión». Con ella como ‘motor’ Ana Rabanal había cerrado este año un concierto para las fiestas de Brugos. «El gran aliciente era que mi madre me viera, me escuchara, pero tristemente falleció hace un mes». Su hija decidió no suspender el concierto, como homenaje, y, además, le hizo algo más, componerle una canción. (Que canta en la entrevista).
 

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