Cuando le bromeas a David que lo mismo que Don Quijote de tanto leer libros de caballería acabó creyéndose un caballero andante si no podría ocurrir con él que de tanto indagar en las cosas de Genicera no se acabará convirtiendo en un hijodalgo de Los Argüellos, entra rápidamente al juego y dice que "ya no es posible... porque yo ya soy un hidalgo".
Y para darle más fuerza al argumento elige él cuál debe ser el marco para la entrevista, con un escudo nobiliario de una casa del pueblo detrás y la única copa concejil que se conserva de Los Argüellos a su lado.
- Te has vestido de gala para la ocasión.
- Bueno, de gala no, ya que la próxima semana hay concurso de bolos en el pueblo me he vestido cómo iban los antiguos habitantes de la Mediana de los Árgüellos a jugar a los bolos. Parece mentira para ti, lo he sacado de un libro titulado 'Arbolio' que debes conocer bien pues eres uno de los autores.ç
Tocado. Y es que lo sabe casi todo de su pueblo y su comarca este joven licenciado en Historia que con solo quince años comenzó a interesarse por la rica historia de su pueblo, Genicera, que él muchas veces escribe Genizera, "como aparece en la copa concejil y también en muchos documentos que he manejado".
- ¿Cómo nació esta pasión?
- Como te he dicho, con 15 años empecé a preguntarme cosas. ¿No tenemos escudo en el pueblo? ¿No tenemos pendón? Y me puse manos a la obra, el escudo lo creamos y seguí indagando en todo lo relacionado con el pueblo, sus personajes, los hechos históricos...
- ¿Te quedarías con un personaje de Genicera?
- Con dos, padre e hijo: Vicente y Laureano Díez Canseco, respectivamente. Sus aportaciones al derecho consuetudinario y la medicina son reconocidas en todo el país.
- ¿Es Genicera un pueblo especial?
- No lo dudes. Pero no solo por su historia, por sus gentes, su unión, su capacidad de resistencia, su sentido del humor...