Pide hacer la entrevista delante del mural de Santas Martas pues así se siente arropada por dos cosas sagradas para ella: la amistad de Lolo (autor del mural) y el palomar de este pueblo que es, además, su palomar.
Irma nació Basarte, y así figura en su DNI, pero para casi todo el mundo es ‘Irma La utópica’ desde que abrió aquel blog para documentar todos los palomares que iba descubriendo y bautizó la ingente tarea como ‘la utopía del día a día’.
Y día a día ha ido conquistando pequeñas utopías que suman una gran realidad a pasos: documentar todos los palomares de la provincia, exposiciones de fotos, una asociación para defenderlos y divulgarlos, charlas, reastauraciones, y un gran libro en dos volúmenes —el gran libro— con los palomares de toda España menos Castilla y León (en el primero de ellos) y con los palomares de Castilla y León en la segunda de las entregas que verá la luz esta Navidad y cuya preventa por internet ya está abierta.
"Que te conozcan por ‘la utópica’ es el primer regalo de las utopías"
Ni ella misma se imaginaba llegar tan lejos pero no puede negar que sí lo soñaba, seguir dando pasos con esa cabeza a pájaros que se ha ido llenando con nombres, pueblos, datos, historias.... como la de ese ‘Guantánamo de los palomares’ que es el que se puede ver a la orilla de la carretera en Lorenzana; o el más alto de los documentados, en Mansilla de las Mulas; el más querido en Santas Martas porque es suyo o el que esconde una bella historia de solidaridad y una lección para todos nosotros. «Es el del monasterio de Carracedo, el más antiguo de los que teníamos documentado, y que fue restaurado con la aportación económica (20.000 euros) de un matrimonio holandés».
A ella, La utópica, le duele esa actual persecución que sufren las palomas en las ciudades y hasta se atreve con una idea: «Si a alguien se le ocurriera instalar palomares en todos los parques de la ciudad, como un atractivo más, igual se solucionaba buena parte de los problemas con las palomas... pero a nadie se le ha ocurrido, por el momento».
Otra utopía está en camino.