Los personajes del tío Ful: Marta Cubría Valdavida, intérprete de lengua de signos

Esta leonesa, de padres sordos, se convirtió en pionera de interpretar lengua de signos por necesidad, desde niña, y después por verdadera vocación de ayudar a quienes sufren sordera

23/11/2024
 Actualizado a 23/11/2024
https://youtu.be/mFQKS4d9wPQ

Marta Cubría Valdavida repite con frecuencia una frase que, en principio, llama la atención pero al conocer su sentido entiendes que se trata de una definición de su filosofía de vida: "Me encanta lo que hago pero me gustaría trabajar mucho más".

¿Y eso? Marta es intérprete de lengua de signos, lleva 21 años en el Ayuntamiento, y aunque trabaja en diferentes momentos, especialmente los actos más importantes o vistosos, a ella le gustaría hacerlo muchas veces más pues tiene muy interiorizada su vocación de ayuda, siente que está haciendo algo muy importante para muchos leoneses que tantas veces han sentido la impotencia de no enterarse, no entender, no escuchar. 

Y es que Marta es hija de padres sordos, algo que formó parte de su vida y modeló su personalidad. En principio tuvo el inconveniente de tener que pasar tiempo con familiares "pues mis padres no me podían escuchar, por ejemplo cuando lloraba y eso podía ser un problema importante, un peligro"; pero también le sirvió para ir creciendo en ella una pionera de algo que iba a ser muy importante en su vida, la comunicación por signos. "Aprendí a hablar con las manos antes que con las palabras, eso es una realidad necesaria si quería entenderme con mis padres", reflexiona mientras añade bromas como "yo sí puedo decir sin ser una metáfora que hablo por los codos".

Esta circunstancia vital propició la formación, en principio autodidacta, de una excelente profesional. "Después me formé en lo que había, entonces no existían las posibilidades de hoy y me convertí en una auténtica pionera". Y una gran profesional, muy solicitada, pero ahí surgió su segunda pasión: León. "Estuve en Valladolid, también en Televisión Española... pero en cuanto pude venir para León lo hice, llevo 21 años en el Ayuntamiento". Desde la capital realizó un segundo ‘salto’: irse al pueblo, "que también fue una exigencia de mis hijos, que son felices aquí".
 
Y las calles de Campo y Santibáñez saben de su presencia, la de sus bicicletas, su mundo...

Lo más leído