Los personajes del tío Ful: Roberto Álvarez, ganador de los carros engalanados

Los carros —engalanados— volvieron a ser la estrella de la mañana del pasado domingo en los festejos de San Froilán en la ciudad. Rceorrieron las calles de la ciudad arropados por miles de leoneses y visitantes que les ven pasar, saludan, preguntan... para desembocar en la Plaza del Grano donde aparcan ante la mirada de todos, con más tranquilidad. Y más preguntas, más gente que quiere saber y conocer...
- ¿Es cansado después de todo el recorrido?
- ¡Qué va! Es un placer poder enseñar los carros, lo que llevamos dentro, la historia de los carros que llevamos... todo. Es más, yo propondría que se quedaran todo el día en la plaza como exposición y alguien de cada carro para explicarlos.
 
Lo cuenta y así lo cree Roberto, de Puente Castro, que es un clásico de esta cita, tal vez el más clásico pues puede presumir de que no ha faltado nunca.
- ¿Cuántos años Roberto participando en el concurso de carros engalanados?
- La respuesta es muy fácil: todos. Todos los años; es decir, desde 1974, 50 años, que no habían reparado en que era el cincuenta aniversario y fuimos nosotros los que avisamos. Este año eran las bodas de oro.
- ¿Y muchos premios?
- Muchos, pero porque nos los trabajamos. Todo el mes de septiembre estamos las gentes del Grupo de Danzas de Puente Castro ‘engalanando’ los carros que sacamos y que este año han sido tres; con dos premios, el primero de los carros y el de lo bueyes.

Pura afición, aún siendo premiados "nos cuesta dinero", pero, explica Roberto, "es lo nuestro, es nuestra historia, la de nuestros trabajos, que hasta los carros tienen historia que contar; el que ganó este año, por ejemplo, es el último que hizo el famoso carrero del Puente Villarente. Y todos los demás también, y los paños y los aperos...
- ¿Y la afición cómo nace?
- Pues yendo de niño en los carros, era una fiesta. Por eso, me parece fundamental que sigan subiendo los niños al carro, disfrutando sin necesidad de móvil.