No es raro que a Roberto Herreras le sigan reconociendo y saludando por la calle pues aquel histórico jugador del CB Elosúa León no parece ‘lucir’ ni un gramo más que cuando era jugador de aquel recordado equipo que hizo tanta historia en el baloncesto leonés como añoranza crea. Y más en estos días que podría iniciarse un viaje cuyo destino soñado podría ser el mismo que protagonizaron aquel grupo de jugadores hace más de treinta años, concretamente el 20 de mayo de 1990 lograron el ascenso a la ACB en el ‘exilio’ de Lugo.
– ¿Es posible repetir la historia?
– Uff. Ojalá. La travesía del desierto ya está siendo demasiado larga. Sería emocionante.
Roberto Herreras era el capitán de aquel equipo, como veterano de la plantilla, como leonés, como un tipo con carisma y garra en el campo. De hecho, al hablar de etapas en aquella historia se habla del "grupo de Herreras", "el de Xavi...".
– ¿A qué se debe que haya jugadores, como tú, que quedaron en la memoria de la gente?
– Era de la casa, mi equipo siempre fue el Elosúa salvo el año de mi retirada que fui a Ponferrada. A su vez era de León, tenía a un hermano en el equipo –Nacho– que siempre le da un punto anecdótico... no sé, pero es cierto que me he sentido muy querido por la gente.
– ¿Erais conscientes de lo que habíais hecho aquel 20 de mayo?
– Sinceramente no. Éramos un grupo de amigos, de León en su gran mayoría, que jugábamos a baloncesto y no éramos los favoritos, ni mucho menos, al ascenso. Pero íbamos ganando, dando pasos, y al ganar en Lugo y vernos en el balcón del Ayuntamiento nos dimos cuenta de que era algo grande.
– ¿Cómo se rompió aquella historia para llegar al ‘desierto’?
– El baloncesto necesita una empresa fuerte detrás, y Elosúa lo era. Apostó por nosotros, fue el mejor sponsor de la ACB. Cuando ellos se fueron... y ahora ocurre algo parecido, hace falta esa empresa fuerte y que haga una apuesta muy clara.
Los sueños nacerían ahí, también los de este veterinario que lleva años trabajando en Oblanca y sueña con sacarse el carnet de socio en ACB.