Su timidez y su cara de niño —en realidad, casilo es— mitiga la fuerza con la que ha irrumpido Sergio en el mundo de la lucha leonesa. Le han dado, mejor ha ganado,el Trofeo al Luchador Revelación de la temporada. «No lo esperaba, casi ni sabía que existía porque soy nuevo en sénior, me ha hecho mucha ilusión y más al saber que lo concede la Asociación de Pendones porque yo en el pueblo también participo cuando llevamos el pendón a algún acto; vamos que soy pendonero».
Sergio es de Grandoso y no es de los que van en vacaciones por el pueblo; él defiende los colores de Grandoso y su mayor placer es estar en el pueblo, aunque en la actualidad está estudiando Forestales en Almázcara. «El viernes, nada más que puedo, para Grandoso y en vacaciones...».
Llega a Grandoso, se pone las madreñas con zapatillas de andar por casa y a participar en todo lo que salga. «En invierno somos pocos en el pueblo, no llegaremos a treinta y hay que colaborar en todo lo que se pueda».
- Luchas por Grandoso, eres pendonero, participas en las carreras de madreñas...
- Me gustan todas las tradiciones y hago lo que puedo para que no se pierdan.
- En lucha ya se sabe que eres muy bueno, tanto que te llaman Di’Stefano de apodo ¿En las carreras de madreñas?- No se me dan mal. En Boñar gané los dos últimos años.
- ¿Quién es el rival más duro?
- Mi padre, en Boñar quedó segundo.
- Te deja ganar, seguro.
- No, ni mucho menos. El último año le iba a adelantar y no me dejaba.
- ¿Cómo te dio por las madreñas?- Es el mejor calzado y el más cómodo. En casa lo llevaban todos y yo pues también.
En la lucha lleva más de media vida pues comenzó con los cinco años y sólo tiene 18. Tiene muy claro a quién se quiere parecer: «A los que fueron mis maestros, primero Héctor y ahora Rubo».
- ¿No te aburres en Grandoso?
- Todolo contrario; en el pueblo siempre hay algo que hacer.