El día que el Amilivia se quedó pequeño

Mecano dejó pequeño el viejo estadio en su concierto de las fiestas de 1989, lo nunca visto hasta ese momento

Jorge Alonso
03/09/2022
 Actualizado a 03/09/2022
Ana Torroja durante el concierto de Mecano en León. | MAURICIO PEÑA
Ana Torroja durante el concierto de Mecano en León. | MAURICIO PEÑA
Revolucionar una ciudad tan tranquila como León no es fácil ni ahora ni hace más de 30 años. Sin embargo, aquella noche de 1989 en el que las fiestas de León apuraban sus verbenas la ciudad se puso patas arriba por un concierto.

Los protagonistas, nada menos que Mecano, el grupo de moda en el momento después de haber rodado ya durante casi un año ‘Descanso dominical’, el punto cumbre de la carrera de los hermanos Cano y Ana Torroja, que dieron cerca de 150 conciertos entre 1988 y 1989 presentando los temas de ese disco con ‘Mujer contra mujer’ como su gran éxito. Sin embargo, era ya más que amplio el repertorio del grupo, que acumulaba ya cinco LPs y ofrecía en directo una lista de canciones que, a día de hoy, serían coreadas en su gran mayoría por una mayoría de españoles sin preparación previa.Aquella noche la fiebre por ver a la banda, cuyo trío estuvo acompañado sobre el escenario por un bajista y un batería, llevó a que no hubiera un hueco libre ni en la grada de cemento, ni en el césped desde el final del escenario hasta la portería contraria del viejo estadio Antonio Amilivia, La Puentecilla, que por aquel entonces se utilizaba como el recinto de los grandes conciertos de las fiestas veraniegas.En unas 25.000 personas cifran las crónicas de la época la asistencia a un concierto cuyas entradas tenían un precio de 400 pesetas y que muchos aseguran que, ante la marabunta de gente que se agolpaba a las puertas del estadio, muchos de los que terminaron acudiendo al concierto no habían comprado.Con la adolescencia leonesa como principal asistente al estadio, el delirio y la historia fueron habituales durante todo el concierto, que durante más de dos horas ofreció temas como ‘Hoy no me puedo levantar’, ‘Hijo de la luna’, ‘Me colé en una fiesta’ o ‘Cruz de navajas’. Aún hoy se recuerda como el concierto que más público reunió en la historia de León. Casi nada.
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