Allá por 2005 el
Ayuntamiento de León decidió poner en marcha una encuesta para conocer qué artistas les interesaban a los leoneses de cara a las
fiestas de San Juan y San Pedro de aquel año. Para sorpresa de muchos, por el buen gusto, el nombre elegido fue el de
Lenny Kravitz, sin duda una de las imágenes más potentes del rock mundial y que por aquel entonces gozaba de una notable popularidad no solo por su música, sino por su habitual presencia en alfombras rojas.
Uno de los nombres más populares de la música mundial desembarcó entonces en la plaza de toros o León Arena como ya se le quería llamar entonces para dar caché al recinto. Casi 10.000 personas acudieron a la llamada del ‘ministro del rock’, canción que abrió su repertorio y que giraba en torno al tema eclesiástico que marcaba ‘Baptism’, el disco que venía presentando y que desde luego no fue el que mejores críticas recibió en su carrera.Pero poco les importó a los muchos fieles que acudieron al concierto desde toda España, porque la excelente propuesta con cerca de 10 músicos sobre el escenario y la potente figura de un frontman más que consolidado como Kravitz firmaron uno de los mejores conciertos que se ha podido ver en la ciudad. ‘Show’ de estrella de rock que hizo sudar de lo lindo a los presentes en un recinto que parecía más un horno y que si bien no es el mejor lugar para celebrar conciertos en cuanto sonido no fue una dificultad para el norteamericano, que superó con solvencia cualquier inconveniente.
