Oficialmente, el sudeste asiático no tiene una de las mayores tasas de fertilidad del mundo. La media mundial es de 2,47 hijos por mujer. En Camboya son 2,52. Si lo comparamos con otras zonas, en Níger por ejemplo, son más de siete. La sensación sin embargo es bien distinta. Parece que vayas donde vayas y a la hora que vayas siempre hay niños. Niños con su uniforme desgastado caminando a la escuela por el arcén de la carretera, niños pujando por sus hermanos pequeños, niños por desgracia pidiendo y niños que por suerte están siendo solo niños. Como ella.
La imagen es en Koh Rong, la isla más turística de Camboya. La niña, a pesar de estar acostumbrada a los extranjeros se esconde por vergüenza, por miedo o porque sus padres le han explicado que tenga cuidado de los desconocidos. Pero como niña, le puede la curiosidad al vernos y se asoma entre las patas de la mesa.
Fotografías de Laura Mures Solís ‘www.lauramurestudio.com’
Textos de Luis Alberto Álvarez Prieto
