8. Campos de Pelennor (Babia)
Semanas ha ya que vaga sin descanso por nuestras tierras la criatura Gollum, para oprobio y terror de quien lo observa. Semanas de búsqueda infructuosa del señor Frodo y del seboso, sucios rastreros hobbits. Sin noticias de Tesoro. Sumido en la más absoluta desesperación y el hambre más canina, recuperando el tipín, eso sí, de la factura ‘bascular’ del confinamiento. Tan consumido en sus fuerzas y en sus nervios que ha decidido entregarse con fruición y frenesí al tabaco, pero las autoridades sanitarias han decretado limitar el alterne y el cigarrillo en la vía pública justo ahora. Porca miseria. No le dejan más alternativa que arrojarse al Abismo de Helm. De cabeza.
Hacia allí se encaminaba, atribulado por estas preocupaciones, con la razón y la vista nubladas por el poder del Anillo Único (o por los síntomas de la covid, vaya usted a saber; habrá que consultar el listado de la OMS). A lo lejos, de nuevo, una escena le resultó familiar: una manada de caballos pastaba a sus anchas en los Campos de Pelennor. Enseguida se vino arriba: «¡Jinetes de Rohan! ¿Qué nuevas traéis de la Marca?». Ay, mísero de ti, ay infelice. A los Rohirrim les ata un juramento, sí, pero algo más lejos. Ni Marca, ni Marco, hombre ya. Que estás en Babia, chico.
(Continuará…)
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19/08/2020
Actualizado a
19/08/2020
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