Sahelices de Sabero

Era nuestro Corte Inglés cuando éramos niños, eran los años sesenta principios de los setenta, ahí nos hacían los pantalones cortos, nos compraban la ropa interior, anteriormente llamada mudas, los jerséis, las camisetas, las zapatillas deportivas aquellas de lona que no te duraban un verano, las sandalias aquellas de plástico, todo cabía en esa pequeña tiendina, que también tenía material escolar y toda clase de ropa del hogar. A la derecha ese pequeño habitáculo era la sastrería, donde hacían toda clase de prendas a medida, de mahón y de tergal, trajes, pantalones chaquetas, abrigos... Y en tiempo de navidad en los Reyes, que antes no había Papas Noeles ni Santas Claus, en esa ventana pegada a la izquierda de la puerta, estaba el escaparate donde ponían los juguetes, ya veis lo que podía caber, con lo pequeño que es, algunas muñecas y algún coche de plástico muy modestos, algunas pistolas de mistos, alguna cocinita, los niños pegábamos nuestras narices en el frío cristal y nos quedábamos eclipsados por aquello que veíamos... Ayyyy... que de tiempo ha pasado. Esta tienda que también era la vivienda estaba regentada por mi primo carnal Tanis y su mujer Conri, ahí estuvieron durante décadas hasta su jubilación.