Natural de León, reside actualmente en Madrid. Ingeniero Industrial y Máster en Gestión de Empresas, ha dedicado su carrera profesional al sector tecnológico, especializándose en infraestructuras de centros de procesos de datos y en seguridad de la información. En 2013 publica su primera novela, ‘La máquina de Perssin’, una historia de aventuras e intrigas, dirigida al público juvenil. En 2015, con ‘Magrit’ se estrena ante el público adulto. Un thriller de ciencia ficción ambientado en Madrid. Regresa en 2018 con ‘El viaje de Irina’, en esta ocasión una trama enmarcada en la Unión Soviética de los años setenta.
– ¿De dónde le viene su afición a escribir?
– Posiblemente el origen sea la combinación de mi afición, casi obsesiva, por la literatura y de la costumbre de inventar historias para mis hijos. Esto último me llevó a plantear la posibilidad de plasmar por escrito una de ellas. Al hacerlo me di cuenta que era capaz de desarrollar una trama más o menos compleja y que además iba cogiendo una forma que me gustaba. Acabó convirtiéndose en una novela juvenil. Después de esto me atreví a intentarlo con algo orientado al público adulto. Las buenas críticas recibidas y sobre todo lo mucho que disfruto en los pocos ratos que saco para escribir, han hecho que se haya convertido en mi principal afición.
– ¿Por qué en su primera novela se decantó por la búsqueda de un público más juvenil?
– Mi pretensión inicial era escribir un cuento sencillo, pero vi que la idea que tenía en la cabeza daba bastante de sí y que podía tener material para montar algo más. Me apetecía mucho también llegar a sacar una novela de intriga para el público juvenil. Siempre me ha parecido que no hay demasiada oferta de thrillers orientados a este público.
– ¿Han sido muchas las dificultades para poder publicar los tres títulos que ha publicado hasta ahora?
– La verdad es que no. Cada vez que he finalizado un manuscrito, lo he enviado a unas cuantas editoriales, entre ellas las ‘grandes’. Estas últimas suelen contestar indicando que no aceptan manuscritos no solicitados. Pero existen otro tipo de editoriales que apuestan por autores desconocidos y que sí evalúan los manuscritos que reciben. Por suerte hasta ahora siempre he tenido más de una opción interesante para publicar, sin tener que ir a la autoedición.
– Tiene que ver su profesión como ingeniero industrial y su trabajo en el ámbito con las nuevas tecnologías con que su nueva novela ‘Magrit’ se adentre en el género de la ciencia-ficción?
– Inconscientemente creo que sí. En el caso de ‘Magrit’, a pesar de que la considero una novela negra, la ciencia es clave. Concretamente las teorías de universos paralelos y también la ciberseguridad son necesarias para poder desarrollar la historia que cuento. En cuanto a mis otras dos novelas, siempre acabo incluyendo algún detalle técnico, que trato de utilizar con el mayor rigor posible pero sin llegar a profundizar demasiado. Mi objetivo es escribir ficción que entretenga y de lectura fácil. Ya tengo bastante tecnología con mi trabajo diario.
– ¿Cuál es su metodología a la hora de desarrollar literariamente una novela? ¿Se basa en lecturas, en temas que le interesa o en experiencias personales?
– Sinceramente no tengo una metodología marcada. Empecé a escribir, y lo sigo haciendo, sin haber participado en ningún taller de escritura. Es cierto que al menos debes tener una idea básica, pero en mi caso no tengo un guion muy definido cuando arranco. A medida que voy escribiendo la historia, surgen ideas que me hacen tirar por un camino o por otro. Diría que hasta que no he llegado al menos a la mitad de la historia, no he tenido nunca claro el final. Todas las ideas de las que he partido siempre tienen el objetivo de convertirse en un thriller. Ya sea basado en una civilización de ratones bajo las calles de Madrid, en una historia de asesinatos y agujeros de gusano, o en una conspiración en la Unión Soviética de los años setenta. Realmente no existe un tema concreto con el que tenga una fijación especial.
– ¿La ciudad de Madrid se convierte en uno de los personajes que protagonizan sus dos primeras novelas?
– Así es, tanto en ‘Magrit’ como en ‘La máquina de Perssin’, recorro de una forma u otra las calles de Madrid, visitando lugares conocidos como el Retiro o el Círculo de Bellas Artes, u otros más de barrio pero siempre lugares reales. Madrid es una ciudad que da mucho juego por la variedad de ambientes que ofrece y la cantidad de sitios interesantes.
– ¿Qué te llevó a ambientar tu última novela, ‘El viaje de Irina’, en la Unión Soviética de la guerra fría?
– Siempre me ha atraído la Unión Soviética de aquellos años, seguramente por el hecho de ser un país tan cerrado y en tensión constante con Estados Unidos y con la mayor parte de Europa. Libros como ‘El Cuarto Protocolo’ o ‘Parque Gorki’ son culpables de haberme convertido en un ‘friki’ del tema. Basándome en un acontecimiento real que me llamó la atención, se me ocurrió la idea de un thriller basado en el objetivo de cambiar el rumbo del gigante soviético. La protagonista, Irina, es la mano que ejecuta el complejo plan preparado por un grupo de altos cargos del país.
– Aparte de haberte ido tan lejos geográficamente con ‘El viaje de Irina’, ¿Cuáles son las principales diferencias con tus anteriores novelas?
– Además de irme lejos también se trata de una novela que tiene como protagonista el largo viaje que efectúa Irina, dónde el tren Transiberiano es fundamental. Los principales sucesos van ocurriendo en ciudades de su itinerario o en el propio tren. Trato de describir esos lugares con el mayor detalle posible para que el lector se sienta envuelto por el ambiente que rodea lo que va sucediendo. Otra diferencia está en que en ‘El viaje de Irina’ utilizo hechos históricos y personajes reales para montar la trama. Y aunque esta es ficticia, he querido que tuviera ese trasfondo realista que hace más creíble el hecho de que hubiese podido suceder.
– ¿Cuáles han sido sus escritores referentes dentro del género policiaco?
– Aunque no son puramente policiacos, entre mis favoritos están Frederick Forsyth y Robert Harris. El primero enfocado a thrillers con trasfondo político y el segundo más variado, yendo desde tramas negras a novela histórica.
– ¿Ha pensado en alguna ocasión ambientar alguna de sus obras en León, su tierra de origen?
– Sí, de hecho la nueva historia que tengo en la cabeza está completamente ambientada en la provincia de León. Concretamente en la comarca de la Valduerna, de donde es originaria mi madre, y también en el Bierzo, dónde viví hasta finalizar bachillerato. Todavía no tengo muy clara la trama, pero mi intención actual es que no salga de León. Lo que no sé es el tiempo que podrá pasar hasta que la finalice. Con el poco tiempo que tengo, el ritmo de avance que llevo es muy bajo.
– ¿Cuáles son sus ambiciones dentro del complicado mundo de la literatura?
– No soy ambicioso desde el punto de vista de llegar a grandes ventas. Para conseguirlo, aparte de crear una buena novela, hace falta un punto de suerte. Ojalá alguno de mis libros se convierta algún día en un best seller, pero por el momento el hecho de conseguir publicar lo que escribo y que haya gente que se lo lea, ya es más que suficiente. Como decía antes, realmente escribo por lo mucho que disfruto el rato que estoy con ello.
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