Sí le consta a Forestalia que se está negociando también con otras auxiliares para desarrollar el montaje mecánico, una fase de la obra que es fundamental y que ya se ha iniciado.
El ritmo de las obras de la nueva planta, que quiere iniciar la generación en 2020, van «francamente bien», dicen desde la empresa, tanto en lo que respecta a la propia obra civil como a la fase de montaje mecánico, que supondrá tener en breve amás de 250 personas trabajando «somos muy optimistas», dicen. En cuanto a las autorizaciones ambientales pertinentes «se dispone de todas ellas a día de hoy», apuntan, pese a los problemas con los colectivos ecologistas. Bierzo Aire Limpio llegó a abrir un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León por las licencias concedidas por considerar que el proyecto nace inviable de por sí.
Forestalia avanza con el objetivo de cumplir sus plazos y«que la planta entre en funcionamiento y genere electricidad limpia a comienzos de 2020», apuntan. Dos años de obras espera pasar, unos trabajos que se iniciaron en mayo y que tendrían que estar listos antes del 30 de marzo de 2020.
La empresa ha conseguido los permisos y el aval de la Junta con 42 millones de euros del Ente Regional de la Energía (Eren) como garantía del préstamo concedido por el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa para el proyecto, a los que se suma la misma cantidad de capital bancario y 20 millones de la propia empresa, además de otros 5 de Somacyl. En conjunto, la inversión final se eleva a 100 millones de euros para un proyecto que plantea generar 50 empleos directos a los que se suman otros 300 indirectos que se encargarán de aportar la biomasa y de su transporte hasta la centralque se está realizando en el polígono del Bayo, en Cubillos del Sil. Esa cifra, podría incluso llegar a los 500 empleos.
En cuanto a los pormenores de la planta, hay que recordar que ocupará unos 100.000 metros cuadrados y ofrecerá una potencia de 49,9 MW. Para obtenerla, sus previsiones son consumir 280.000 toneladas de biomasa al año, pero apunta que el 70% será combustible agroforestal exclusivamente, conseguido con la gestión sostenible de chopos, pinos, robles y encinas, y el 30% restante biomasa arbórea.
Frente a las críticas sobre la imposibilidad de obtener tanta materia prima para la planta, asegura que la hay, incluso «diez veces más» de lo que necesita, en un radio sostenible de 150 kilómetros.
Por eso consideran que Forestalia será una oportunidad de utilización de la biomasa generada en los bosques bercianos, lo que servirá como barrera para los incendios forestales en una zona especialmente dañada por ellos. Acciona se encargará del mantenimiento de la planta tras acabarla durante los siguientes 15 años.
Ciuden «un camino prometedor»
Sobre la apertura de un consejo asesor en el seno de la dirección de Ciuden en el que su actual director, Arsenio Terrón quiere que confluyan distintos sectores, también los empresariales, para definir los proyectos que puedan ofrecer un futuro para el Bierzo, teniendo en cuenta la necesidad de acatar un proceso de transición energética, Forestalia considera que «es una idea excelente». Define esta apertura de la Ciuden como «un camino prometedor», al igual, dice «que la clara y decisiva apuesta que está realizando la Junta de Castilla y León por fomentar el empleo mediante la biomasa y las energías renovables».
Desde Forestalia están satisfechos con la «buena acogida» que ha tenido su proyecto dentro del Bierzo donde aseguran que han hecho un esfuerzo por intentar explicarlo y han conseguido el respaldo social, apuntan.