Semanas después de interponer una demanda contra Miguel Ángel Revilla por vulnerar su derecho al honor con las declaraciones "injuriosas" y "difamatorias" que habría hecho sobre él entre mayo de 2022 y enero de 2025, y de solicitar 50.000 euros en concepto de indemnización, el Rey Juan Carlos ha regresado a España.
Al margen del revuelo que se ha creado en torno a sus acciones legales contra el expresidente de Cantabria y contra la que fuera su 'amiga entrañable' Corinna Larsen, el Emérito aterrizaba este martes en Vigo en la que es su primera visita del año a nuestro país, para participar con 'El Bribón' en las regatas que se celebrarán este fin de semana en Sanxenxo.
Coincidiendo con la reaparición del padre del Rey Felipe VI en nuestro país -en la que no ha querido revelar si acudirá al acto de conciliación con Revilla el próximo 16 de mayo en los Juzgados de Santander- el cántabro se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de la festividad literaria con motivo de Sant Jordi en Barcelona con su libro 'Por qué pasa lo que pasa', en el que habla sobre Don Juan Carlos.
"El libro es un alegato contra la corrupción, el capítulo más duro que hace referencia a tres presuntos corruptos de orla que son el rey Emérito, Rodrigo Rato, y el señor Zaplana. Hay muchos más pero me he querido centrar en estos tres, dos ya condenados y por lo tanto les puedo llamar corruptos.
El Emérito, que supongo que es por lo que me quieren empapelar, pues en algún momento hablo de corrupto, claro, lo que se ha probado es que tiene una cantidad de dinero inmensa afuera que ha evadido al fisco. En el caso del Rey corrupto no porque en el momento en el que hacía esas presuntas tropelías no le podíamos condenar, ni enjuiciar" se ha reafirmado, sin dar un paso atrás en sus críticas al padre de Felipe VI.
"Él dice que le he defraudado, el que me ha defraudado es a mí y a los españoles. Yo no tolero el robo, no tolero la corrupción, yo no robo nunca, yo soy un ciudadano que paga sus impuestos.
Vivo en Astillero, en un piso de 100 metros, con mi mujer. Ese señor tan poderoso, no sé que habrá visto en mi humilde persona, más allá de que soy conocido, para presentarme una demanda y tener que ir a juicio el día 16, lo cual ya me ha obligado a nombrar procurador, abogado.
No, una conciliación" ha añadido implacable, apuntando que el Emérito "podría tener el detalle de acudir a dar la cara y que nos viéramos sin intermediarios, que es lo normal cuando dos personas quieren arreglar un tema". Y, aunque comenta que Don Juan Carlos podría encontrarse ese día "navegando en un yate por el Golfo Pérsico" anuncia que "yo sí voy a ir, voy a ir porque no tengo nada de qué arrepentirme".
"Yo soy una persona que simplemente he sido el vocero de lo que piensa mucha gente, pero que no se atreven a decirlo o no tienen la plataforma para decirlo. Me sentía obligado moralmente a denunciar la conducta impropia de un rey que le tuve en un pedestal y que ahora me hace sufrir" sentencia.
Emocionado porque recibe más de 200 cartas al día de cuidadanos ofreciéndole su ayuda y su dinero para afrontar los 50.000 euros que le pide el Emérito, Revilla ha pedido que "no me mande nadie dinero. Si me condenan lo voy a pagar yo, aunque me hagan un roto, pero lo voy a pagar yo. "¡Que venga! Y entonces yo le diré que traiga todo lo que tiene fuera, dedícalo a obras benéficas, pídanos perdón, y entonces a lo mejor hasta le perdono yo.
Anda que no, anda que no. Pero mientras tanto, yo no voy a cambiar" asegura rotundo. El político también se ha pronunciado sobre la demanda que el monarca ha interpuesto contra Corinna Larsen: "Él sabrá. Ahí a lo mejor tiene más razones. Yo creo que ahí es una demanda por el dinero que yo creo que quiere recuperar y que son muchos millones. Sesenta y tantos millones es una burrada, ¿no? No caben aquí en la carpa esta".
Una actitud la de Don Juan Carlos que Revilla cree que no afectará a Felipe VI, para el que no tiene más que buenas palabras. "No tiene nada que ver con el padre.
Es una persona seria, ordenada, conocedor de los problemas de España. Yo le tengo muchísimo respeto y no creo que le haya gustado nada que este hombre haya iniciado una demanda contra una persona normal y corriente, que lo único que hace es cumplir con la obligación que yo mismo me he impuesto hace muchos años de decir lo que pienso y de ser un poco el portavoz, como he dicho antes, de gente que le gustaría decir eso y no puede.
Si yo tengo que pagar por eso, no me importa" insiste.
"La manera de volver, lo he dicho muchas veces, sería traer todo el dinero que tiene fuera, devolverlo a una institución benéfica, de verdad pedir perdón, no como aquella vez que he salido de un hospital y dijo que pedía perdón, pero siguió haciendo cosas impropias. Eso yo creo que sí, nos...
Le congratularía otra vez, yo creo, con el pueblo español. Oye, todos podemos tener un momento en la vida equivocado, pero es la única manera de volver a España, trayendo el dinero, que aquí no tiene nada, lo tiene todo fuera, y esto, para los españoles que pagamos impuestos, que tenemos una vida de un sueldo, que vivimos con apreturas..." ha afirmado tajante cuando le hemos preguntado por las informaciones que apuntan a que Don Juan Carlos le ha demandado para limpiar su imagen y su legado en esta última etapa de su vida en la que se cumplen 50 años de su coronación.
"Yo no conozco a ningún jefe de Estado que se haya declarado apátrida fiscal y se haya llevado los recursos fuera del país.
Me parece que es una desmoralización para los que tenemos una vida normal, que pagamos impuestos, trabajamos, vivimos de nuestros sueldos.
Me parece que es una desmoralización lo que ha hecho y la manera de volver a España y volver a recuperar el prestigio, en parte, que tenía, sería trayendo para acá el dinero y como procede, se supone, de cuestiones no lícitas, pues lo entregará a una entidad benéfica y los españoles yo creo que le perdonaríamos. Yo el primero, si lo hiciese" ha añadido implacable.
Por último, Revilla ha mandado un mensaje al Emérito, dejando claro que no van a silenciarle con demandas: "A mí no me van a callar, porque yo soy un poco como el portavoz de lo que piensa la gente, porque lo que ha hecho está muy mal, y alguien lo tiene que decir.
Yo no me puedo callar, yo soy una persona libre, independiente, que no ha robado nunca, y que ya que tengo la oportunidad de que los micrófonos me pidan que hable, pues que diga la verdad, y me convierto un poco en el portavoz de la gente. ¡Hablaré hasta el día que me muera, hombre por favor! ¡No, a mí no me callan! ¡Yo no he robado nunca!"