Tras haber triunfado las derechas en los comicios generales del 19 de diciembre de 1933, a lo largo de 1934, en un escenario de desmantelamiento de las reformas iniciadas en los años anteriores por el Gobierno republicano-socialista y de auge en Europa de un fascismo que aplastaba a la izquierda en Alemania y aniquilaba en Austria a los socialdemócratas, desde el socialismo español, en especial desde su facción caballerista, se venía amenazando con declarar la huelga general revolucionaria si miembros de la derechista CEDA (que perseguía emular los regímenes de aquellos países) accedían al Consejo de Ministros presidido por Alejandro Lerroux, que encabezaba el Partido Republicano Radical.
Esto terminó sucediendo el 4 de octubre, y en la medianoche entre dicho día y el siguiente se desencadenó la anunciada insurrección, que no tuvo especial trascendencia en Madrid, se contrarrestó en Barcelona tras un breve y violento choque armado, y se dominó en lugares de León como El Bierzo y Laciana después de una semana, y en Asturias tras casi dos de acciones bélicas.
Los ecos de la revuelta llegaron también a la capital y a otras localidades leonesas como La Bañeza y Astorga. En la ciudad maragata, ya con el Gobierno del Frente Popular salido de las elecciones de febrero de 1936, los socialistas convocaron a sus militantes a varias reuniones en las que, en una especie de autocrítica de lo sucedido antaño, se pretendió poner en claro el modo en que actuó entonces cada cual y atribuir las responsabilidades que en el desarrollo de la revuelta a cada cual correspondieran. Lo mismo se hizo en mayo en León en un Congreso provincial presidido por Alfredo Nistal para esclarecer la tibia participación de unos y la traición de otros a las consignas establecidas para la ocasión, y en ambos lugares los documentos y las actas de lo actuado para aclarar aquellos hechos cayeron en manos de los sublevados en julio de aquel año, que los utilizaron para discernir y para agrandar la represión (en muchos casos repetida, pues muchos de los insurrectos de 1934 ya habían sido por ello condenados) que aplicarían a quienes no secundaron el golpe militar.
En la capital añadieron los rebeldes el relato de los preparativos y el desarrollo en ella de la revuelta realizado por el miembro del Comité revolucionario provincial Antonio Fernández Martínez en marzo o abril y que el 30 de julio le requisan en el registro de su casa, además del informe enviado por Modesto Sánchez Hernández “Cadenas” en noviembre de 1934 desde Hendaya, donde se exilió huyendo de la represión que le esperaba por su implicación en la asonada, y que le confiscan en su domicilio el 16 de agosto, documentos que incorporan al Sumario 467/36 al que someten a una serie de responsables republicanos e izquierdistas leoneses, y del que resultan uno y otro fusilados en Puente Castro con doce leales más el 21 de noviembre de 1936.
En el caso de Astorga, las actas y los informes a los que dieron lugar aquellas reuniones fueron incautados en la Casa del Pueblo, o quizás en el domicilio del acalde socialista Miguel Carro Verdejo, y se adjuntaron a los documentos del Sumario 241/36 por el que aquel, el médico Ildefonso Cortés Rivas y otros, fueron procesados y condenados, fusilados el regidor y el galeno en las tapias del cementerio de Astorga el 16 de agosto.
Los testimonio que reproduciremos en este serial, que están tomados del citado Sumario, es la trascripción literal de dicho informe.
Informe de sucesos octubre 1934 (En lapicero rojo)
En Astorga a 19 de marzo de 1936, siendo las cuatro de la tarde se reunieron los camaradas Manuel Carro Cordero, Ramón Calvo Fuertes, y Ramón Pontones Hidalgo en el local del domicilio de la sociedad obrera de Oficios Varios de esta localidad, al objeto de cumplimentar el acuerdo de la Junta General de la Agrupación Socialista de fecha 18 del actual, por el que se les designó como integrantes de la Comisión encargada de esclarecer los hechos relacionados con el movimiento revolucionario del mes de octubre de 1934.
En su virtud los reunidos acordaron constituir dicha Comisión desde esta fecha, actuando por designación de la Junta General antes mencionada como presidente el camarada Manuel Carro Cordero y como secretarios los restantes y abrir una información entre los afiliados a la Agrupación que puedan aportar datos para el más rápido y claro conocimiento de los hechos, señalando para ello las horas de seis a nueve de la tarde en el plazo de ocho días marcado por la General.
A tal efecto se acuerda citar a los componentes del primer comité revolucionario que actuó en el referido movimiento insurreccional y en su defecto pedir a los que se encuentren ausentes una información escrita sobre su actuación, haciendo extensivo este requerimiento a cuantos camaradas que por las declaraciones de estos miembros resulten participantes en los aludidos sucesos y seguir las gestiones en la misma forma con los sucesivos comités y sus resultantes hasta formar esta Comisión un criterio justo y presentar a la Junta General las conclusiones a que hubiere lugar.
Con arreglo al orden establecido en el párrafo anterior es citado por escrito para mañana día 20 a las ocho de la tarde en el local que hoy ocupan los reunidos al miembro del primer comité camarada José Fuertes para que informe a esta Comisión de su actuación y como hasta no oír al referido camarada esta Comisión se encuentra sin datos de ninguna clase para ampliar su gestión se levanta la sesión a las 5 de la tarde.
Astorga, a 19 de marzo de 1936.
Rubrican: Manuel Carro, Ramón Pontones, Ramón Calvo.