El proyecto cultural
‘Contamos la Navidad’, que viera la luz en León en 2009, con aquella primera entrega que rindió un multitudinario homenaje a la figura de
Antonio Pereira, vuelve a estar presente en las páginas de la sección de Culturas de
La Nueva Crónica con la publicación desde este viernes y hasta el próximo 10 de enero de una selección de relatos que dotan de contenido a esta décimo tercera edición que se presenta bajo el epígrafe de ‘Fiesta’, un título que a tenor de cómo ha derivado la pandemia en estas últimas semanas no parece demasiado afortunado. «Eso ha sido un patinazo en toda regla. A lo mejor hemos pecado de optimistas, porque cuando pensamos cómo titular el libro la incidencia de la pandemia estaba bajando a unos niveles que parecía que esto estaba controlado como consecuencia del alto índice de vacunación de la población. Pensábamos que esta Navidad, de alguna manera, iba a ser la fiesta feliz que todos los años nos deseamos, pero está claro que hemos pecado de optimistas porque desgraciadamente y por lo que se vislumbra la cosa está otra vez muy malita. Y encima cada día nos cuentan una película diferente», argumenta
José Ignacio García, autor y coordinador de ‘Contamos la Navidad’, que cada año ve cómo crece la nómina de escritores e ilustradores que participan en un proyecto que en la presente edición cuenta con un capítulo preliminar dedicado a la figura de la autora leonesa
Elena Santiago, fallecida en los primeros días de este 2021 que encara su recta final y que en lo relativo a los autores leoneses ha incorporado nombres como Avelino Fierro, Bruno Marcos, Vicente Muñoz, Yolanda Nava y Rubén G. Robles. «En esa lista a lo mejor hay tres o cuatro nombres que son habituales, porque son como quien dice ya de la familia y cuento habitualmente con ellos, es el caso de
Mar Sancho, Santiago Redondo o
David Acebes, pero este año sí que he querido dar un aire bastante renovador y bastante femenino. Si compruebas la lista este año la presencia femenina en el libro, tanto a nivel de escritoras como de ilustradoras, es muy importante. Y luego, yo no sé si ha sido buscado o ha sido circunstancial, hay un par de detalles que sí que llaman mucho la atención. Por un lado hay una aportación muy importante de autores asturianos, de autoras más bien porque tres de los cuatro son mujeres, que tienen que ver con el sello
Pez de Plata, que en León también es muy conocido porque
Luis Artigue suele publicar ahí y el editor
Jorge Salvador Galindo ha publicado con
Eolas un libro de cuentos que se titula ‘Las croquetas del señor Keller’. Por otro lado, también hay una participación muy importante de ilustradores salmantinos. Este año prácticamente te diría que alrededor de ocho o nueve de las ilustradoras son de Salamanca. Luego, dentro de la importante presencia femenina, hay autoras como
Pilar Fraile, salmantina residente en Madrid, que es la primera mujer que ha ganado el Premio de la Crítica de Castilla y León en 2021, o
Elena Hernández Matanza, que ganó el año pasado el Ateneo de Novela de Valladolid. Creo que este año la presencia femenina es cuando menos tan importante como lo es la masculina y eso sí que es algo que he buscado con especial interés».
Con relación a la presencia leonesa en ‘Contamos la Navidad’ se han buscado perfiles más bien dispares, pues muy poco tiene que ver Avelino Fierro con Vicente Muñoz o Bruno Marcos con Rubén G. Robles. Sobre el peso que este año tiene la narrativa leonesa, José Ignacio García comenta que la presencia de los autores leoneses, no solo este año sino en los doce anteriores, es inagotable. «Yo decía el otro día en la presentación del libro en León que levantas una piedra y siguen apareciendo escritores leoneses muy relevantes. En el caso de Avelino Fierro, que ya había participado en una edición anterior, me mandó el año pasado a modo de felicitación navideña el cuento que publicamos este año y me pareció absolutamente extraordinario. A Vicente Muñoz no lo conocía, pero alguien me lo recomendó para la antología ‘Cuentos pendientes’ y a partir de ahí establecimos una relación epistolar. Vicente ha mandado un relato ambientado en su niñez en León, que habla del barrio del Crucero y que me encandiló de una manera que no te puedes ni imaginar», reconoce García, que tuvo ocasión de reseñar para este periódico el libro de cuentos de Muñoz Álvarez ‘Las setas y otros relatos de la Era Pulp’, «un libro muy bestia que nada tiene que ver con el relato, mucho más amable, que envió para ‘Contamos la Navidad’», señala el coordinador de un proyecto que también ha contado con el militar y escritor de Vegas del Condado, Rubén G. Robles, «a quien también tuve la ocasión de reseñar en La Nueva Crónica, en concreto su novela ‘La lente íntima’, que me llamó mucho la atención porque tenía cosas realmente interesantes».
Bruno Marcos, también colaborador de esta casa, es otro de los autores leoneses presentes en ‘Contamos la Navidad’ y sobre el que José Ignacio García se deshace en elogios. «No tengo el placer de conocerlo en persona, pero me habló muy bien de él
Héctor Escobar, y lo que sí te puedo adelantar es que su relato es espectacular, donde lleva su historia a la época del nazismo. Para mí es un verdadero hallazgo, como lo es también
Yolanda Nava, una escritora que cultiva sobre todo el microrrelato y de la que también tuvo excelentes informes por parte de escritores leoneses. Como ves la presencia leonesa vuelve a ser mayoritaria en ‘Contamos la Navidad’ y de nuevo con un nivel sensacional, sin olvidarnos por supuesto del homenaje a
Elena Santiago, la última gran dama de las letras leonesas y castellanas, que fue madrina de honor del proyecto», recuerda García, coordinador y partícipe con un relato que, reconoce, es el que menos espíritu navideño transmite de todos los que conforman el libro. «Resulta que yo pido a la gente unas cosas y luego después soy el que no pregono con el ejemplo. En mi relato una familia que no se había podido reunir el año anterior para celebrar la Navidad a consecuencia del Covid, aunque no lo cito expresamente, decide celebrarla en agosto. Una cosa que agradezco muchísimo es que apenas hay alusiones al Covid en el libro. Este año hay mucho de evocación, de gastronomía navideña, en los cuentos. Parece que percibes los olores, los aromas, que oyes las castañuelas, las panderetas. Hay muchos sentidos desatados en los cuentos».
