Y es que la selección española masculina de balonmano logró hacerse con la medalla de bronce en estos Juegos tras superar a la Egipto de Roberto García Parrondo (31-33) en un partido tremendamente disputado que puso un genial broche al último partido de una generación que ha brillado con luz propia y que ha estado muy vinculada a León y al Ademar.
Porque el de ayer era el último partido como jugador de balonmano de Raúl Entrerríos, toda una leyenda a nivel internacional y muy querido en León tras su paso por el Ademar.
Además de él, también se colgaron medalla otros jugadores que pasaron por León y que si no del balonmano, si apuntan a despedirse de la selección como Dani Sarmiento, Julen Aginagalde, Antonio García o Viran Morros, todos ellos dirigidos por otro exademarista como Jordi Ribera. Merecían todos ellos una medalla para finalizar una etapa histórica como internacionales y la consiguieron ante un equipo creado también por varios jugadores con pasado en el Ademar como el propio García Parrondo, Venio Losert o Antonio Cartón, que demostró que, aun sin medalla, tiene un prometedor futuro por delante.
Otro éxito para Martín
Pero la cuota leonesa de la selección española de balonmano la pone el fisioterapeuta Emilio Martín, que suma así un éxito más con la selección española de la que forma parte desde 2017 al llegar de la mano de Jordi Ribera. Desde entonces, España ha ganado nada menos que dos campeonatos de Europa, un bronce mundialista y ahora uno olímpico. La apuesta del ahora seleccionador de contar con dos fisioterapeutas a su llegada parece estar dando resultados en torneos tan cortos como los propios Juegos Olímpicos, que Martín ha tenido que seguir desde la grada debido a las limitaciones para estar en el banquillo.
Un éxito más para el leonés y una alegría para todos los aficionados al balonmano después de la temprana eliminación del equipo femenino que hace que una vez más este deporte sea referente a nivel internacional. Ahora, le toca el turno a una nueva generación.