"Todo lo que he gastado antes del final lo he terminado pagando"

Resignado. Así apareció Saúl Ordóñez por la zona mixta del Estadio Olímpico de Tokio, improvisada en el párking de la instalación y lejos de lo que uno podría imaginar de unos Juegos.

Buscándose en la pierna izquierda la herida que dejaba patente su tropezón con Chiengjiek, el berciano reconocía a La Nueva Crónica que lo ocurrido «me ha costado la posición de los primeros 200 metros, pero he intentado seguir detrás de los tres de adelante para intentar no perder cuerda y estar cerca en los metros finales». Sin embargo, reconocía que «en la contrarrecta me he tenido que volver a mover, abrir y cerrar, y todo eso al final se acaba pagando, me ha faltado fuerza para meterme entre los 3 primeros, he conseguido llegar quinto y al final ha sido una lástima no poder entrar por tiempos, realmente ha sido mala suerte porque tampoco se ha corrido muchísimo».

Y es que dejaba claro el de Salentinos que «hay que venir a luchar por los puestos, porque entrar por tiempos es un regalo, una lotería que pocas veces toca, esto es lo que hay». Conocía en sus propias carnes la dureza de unos Juegos «en los que hay mucha gente de nivel, muchos toques, en cada carrera hay mucho galgo y es muy complicado, habrá que seguir intentándolo».

Pese a todo aseguraba el de Salentinos «sentirme por una parte contento, aunque para nada satisfecho, estos días he sentido mucho el apoyo de la gente, de mi pueblo, de mi zona, y eso ha sido muy positivo y me ha tenido muy ilusionado».