Las calares eran espacios donde se trataba por medio de calor la roca caliza para conseguir cal y en esta zona abunda la caliza y hay muchos restos de calares tanto en agujeros como en dolinas, lo que puede ser indicio de que hubo bastante trabajo en su elaboración.
Esta propuesta no es la única para ascender a las cumbres de el Pando (2048 m.) y el Corcadas(2050 m.), se puede iniciar en Portilla de la Reina, o bien se puede llevar a cabo la misma propuesta que aquí se hace aunque en la parte circular Hacerla en dirección contraria. En caso de que la ruta se realice en invierno debe realizarse con la debida equipación y conocimiento de cómo comportarse en situaciones meteorológicas adversas.
Desarrollo de la ruta
Se inicia la ruta en la parte final de la carretera en la localidad de Casasuertes, donde hay un amplio espacio para que los vehículos den la vuelta, y continúa un camino que asciende valle arriba paralelo al río Orza, que se sigue por buen terreno en un valle encajonado con fuertes desniveles a sus lados. Poco después de salir se cruza el arroyo por un puente de hormigón y se continúa por el camino hasta que se abre en un valle amplio donde se puede ver el pico que se va a subir a lo lejos. En este valle el camino se bifurca: a la izquierda sigue el río Orza y va un camino hacia una franja rocosa, mientras que a la derecha se sigue por el Arroyo de Salceda y pasa al lado de un chozo con techo de paja algo deteriorado, cruzando después un puente de madera para seguir por el camino e introducirse en el hayedo. Tras un tramo en el hayedo se pasa por una corta zona de praderas en un claro del bosque. El camino finaliza y se convierte en senda que va ascendiendo con una pendiente cada vez mayor subiendo a través del hayedo hasta que al final se pasa a un piornal para alcanzar al final el Collado de la Cruz, que separa el valle de Casasuertes del de Portilla. La ruta entre las dos poblaciones es algo más cómoda, pero requiere la logística adecuada para volver.Desde la collada se ve la cara este de la cumbre, una línea de caliza que será la cresta que hay que recorrer, con una tajadura casi al final, una canal por la que se puede ascender desde Portilla. A la izquierda se adivina una senda que bordea la loma de enfrente, por donde se debe continuar. Se trata de una trocha poco marcada y que se está perdiendo por el escaso uso que de ella se hace. Esa senda llega a una zona con menos matorral que se va a subir directamente hacia las praderas que se encuentran bajo el Pando, una zona de la que sale un sendero que va hacia las rocas donde un estrecho pasillo sube hasta la loma que se debe superar para llegar al pico de Pando, de 2048 metros, donde hay un montoncillo de piedras a modo de cima. Solamente queda crestear, descender a la hendidura antes citada por la que se sube desde el Este y más tarde remontar el último tramo de la cumbre del Pico Corcadas de 2050 metros, donde hay un buzón colocado en los años 80 por el Club de montaña Peñacorada, así como un vértice geodésico y una vista excelente a los tres macizos de los Picos de Europa que se ven detrás del Pico Gabanceda, mientras que al oeste destacan el pico Cebolleda, Peña Ten y los Picos de Mampodre. Detrás, hacia el Sur el pico Pandián y la Mura. Al este el Espigüete y las cumbres de Palencia y Cantabria con el Coriscao en primer término.
Hacia el Nordeste hay una serie de hoyos en la caliza, de calares donde se trataba la roca para conseguir la cal, de ahí el nombre de la zona caliza de estas cumbres.
El descenso se realizará por el mismo lugar que se subió, aunque bajando hacia el collado bajo el pico del Pando y desde allí buscar una senda evitando las zonas de la franja rocosa para bajar por una cuesta muy empinada de tierra y piedras sueltas hasta un sendero que cruza en dirección noroeste, descendiendo por este sendero donde al poco tiempo se encontrarán marcas de pintura amarilla o hitos lo que indicará encontrarse en el buen camino. Una vez encontrado ese sendero la bajada es rápida aunque muy pendiente, entrando en zonas de matorral y cruzando ligeramente el hayedo, hasta llegar al camino que lleva a la caseta de Montó al lado del río Orza y siguiendo ese camino bajar hasta las praderas donde se encontraba el enlace que se vio a la ida y por el mismo valle volver a la localidad de Casasuertes donde finaliza la ruta.