La desaparición del abogado de Raquel Gago, Fermín Guerrero, obliga a suspender el juicio

El juicio por el caso Carrasco está en el aire. La sorpresa ha saltado en la mañana de este miércoles. La sesión comenzaba con un retraso mayor de lo habitual y el nerviosismo ya era evidente en la sala de vistas y en los pasillos de la Audiencia Provincial. El abogado de Raquel Gago, Fermín Guerrero, no aparecía.

La vista debería haber comenzado a las nueve de la mañana, pero hasta cuarenta minutos después, a las diez menos veinte, no ha comparecido el magistrado presidente para informar de que la vista se suspendía hasta las diez y media.

A partir de entonces han comenzado los rumores y las conjeturas en base al goteo de datos que se iba conociendo. Guerrero no había dormido en el apartamento cercano a la Audiencia en el que está alojado, no se conectaba al Whatsapp desde las siete de la tarde del martes y su coche tampoco aparecía, a pesar de que de lunes a viernes no suele moverlo. La policía ya lo estaba buscando. Su pista se pierde a las cinco de la tarde de ayer cuando el letrado abandona la comida con el abogado de Triana y Montserrat, José Ramón García.

Por otra parte, esta mañana, Gago llegaba a la Audiencia acompañada del procurador, Enrique Valdeón, en lugar del abogado, como suele ser habitual.

A la espera de que se conozcan más datos que puedan ayudar a determinar el paradero de Fermín Guerrero el juicio queda suspendido.

El magistrado presidente ha informado de que en el caso de Guerrero no pueda continuar con la defensa de la acusada se intentará proeveer de abogado a Gago en un plazo de cuatro días hábiles. De no ser posible, se disolvería el jurado y todo el proceso comenzaría de nuevo.