José Cabañas ha pasado ocho intensos años investigando el inicio de la guerra civil en León y otros aspectos de la misma para un libro de reciente publicación. En él asegura que desmonta muchos mitos y uno de ellos es el conocido como «de las enfermeras mártires de Astorga», sobre el que ha realizado una profunda investigación que irá desvelando en sucesivas entregas que irán viendo la luz en este suplemento dominical durante seis semanas. Sobre el libro y estos hechos hablamos con Cabañas.
- Acaba de llegar a las librerías (lo presentas el martes) ‘Cuando se rompió el mundo. El asalto a la República en la provincia de León (I)’ ¿Cuál es el núcleo central de estas 1700 páginas (falta una segunda parte)?
–Una obra en la que llevo trabajando desde febrero de 2014 y que cuenta de la manera más completa y detallada el modo en que se realizó, y por quiénes, en una larga serie de pueblos, villas y ciudades de nuestra provincia a lo largo de la segunda quincena de julio de 1936 la sublevación militar, el golpe de Estado contra la II República española, el régimen constitucional, legítimo, democrático y legal entonces. Deesos mismos lugares provinciales contamos además el modo en que transcurrió la vida de las gentes en los primeros tiempos del nuevo régimen impuesto por la fuerza de las armas sublevadas, y las distintas represiones que los golpistas triunfantes impusieron a sus convecinos leales derrotados.
– ¿Qué aportación considera la más novedosa?
– Destacaría la detallada narración que por primera vez se hace del recorrido y los avatares (diversos engaños entre ellos) por los que pasa en nuestra provincia (en León, Astorga, La Bañeza, Ponferrada) la columna de mineros asturianos desplazados el 18 de julio desde Oviedo para defender la República en Madrid, hasta regresar a su tierra el día 20 por Leitariegos y Somiedo, una odisea de la que hasta ahora espoco más que el esquema de su recorrido lo sabido.
– Una de las verdades que desmonta es la propia fecha, siempre se nos habló del 18 de julio pero hay más fechas, no en todas partes fue ese día el del comienzo de la sublevación.
– Como en todas mis anteriores investigaciones, también en esta contextualizo lo que cronológicamente va sucediendo en la provincia con lo que a la vez ocurre en otros lugares del país, y del exterior a veces. La sedición se inicia en nuestro Protectorado marroquí en la tarde del viernes 17 de julio. El 18 se suman ya en la península algunas guarniciones militares. El 19 se insurreccionan, cerca, Valladolid, Palencia y Zamora. El 20 de julio se alzan en la Coruña en la sede de la VIII División, a la que León pertenecía
– ¿Cómo fue avanzando la sublevación en la provincia de León?
– Aquel mismo lunes (día 20) se sublevan los militares en la capital leonesa, a las dos de la tarde, controlándola al oscurecer; el mismo día se alzan en Valencia de Don Juan y en Sahagún. A las cuatro se echan a la calle los militares en Astorga, que el día 22 por la tarde toman Veguellina. La Bañeza se somete a las cinco de la tarde del martes 21 a fuerzas rebeldes llegadas desde Valladolid y Zamora por Benavente, que el 22 se hacen con Santa María del Páramo. Mansilla de las Mulas es tomada en la madrugada del día 21. Valderas no es asaltada y rendida hasta el 24 de julio. En La Montaña y en El Bierzo la sublevación sigue otras fechas, con lugares que no son tomados hasta mediado agosto, y algunos que se mantienen republicanos hasta que en el 21 de octubre de 1937 se hunde Asturias y todo el frente norte, incluida su franja leonesa. Las fechas son, como se ve, variadas y diversas.
- ¿Qué pueblo leonés fue el último en ser tomado por los sublevados?
– Si excluimos lugares, ya aludidos, de la Montaña o del Bierzo (por ejemplo Villablino es tomado el 6 de agosto por fuerzas militares venidas de Lugo el 21 de julio para hacerse con Ponferrada por la tarde), Bembibre no cae bajo la bota de los rebeldes hasta la tarde del día 27. Hasta entonces se mantiene republicana Torre del Bierzo, desde donde, por cierto, permiten aquellos días que un enfermo grave y sus familiares se desplacen en un coche a la capital, alzada casi una semana antes, para que reciba allí atención médica. Detalles, peripecias y sucesos como este abundan, con nombres y apellidos, en la obra, y transcurren muchas veces, y se narran, en condiciones que poco tienen que envidiar a un relato de intriga.
– ¿Qué otras ‘verdades’ cuestiona?
–Destacaría entre ellas la importancia del aeródromo leonés en el triunfo de la sublevación, y el papel determinante en el mismo de la Guardia Civil y su alineamiento con los rebeldes in extremis. También el diferente modo en que en León enfrentan el rieSgo de sublevación los confiados republicanos y socialistas y los anarquistas, más decididos y activos ante la amenaza. El relato tergiversado y falso que de la rebelión, para justificarla, hacen los alzados desde su inicio por la pluma de Lamparilla y otros. Que el golpe tuvo en León menos aceptación de la que siempre se dijo, y más contestación, oposición, e incluso respuesta armada y ofensiva. Me ha llamado mucho la atención la abundancia en nuestros pueblos de “topos” ocultos para sortear la represión, desde los primeros momentos, y algunos por largos años…. Todo ello, claro es, y todo lo demás, se cuenta en esta obra con pelos y señales.
– ¿Cómo es posible que pervivan tantas verdades ocultas?
– Hay que tener en cuenta que investigar sobre lo sucedido en un periodo histórico, y más si es tan convulso y decisivo, consiste en esencia en depurar lo ya conocido y en sustituir mitos, es decir, falsedades, por lo más cercano posible a la verdad histórica, objetiva.
– ¿Fue tan cruel la posguerra como la guerra?
– Es que en la provincia de León, excepto en una pequeña franja del norte montañoso, no hubo guerra. Solo hubo golpe de Estado, que triunfa más o menos pronto, según los lugares, y desde entonces solo represión de los rebeldes sobre los leales (que, volviendo el mundo al revés, calificaron a estos de “rebeldes”). La represión fue multifacética y siempre cruel. Desmedida, y sobre todo, injusta e injustificada. .
-¿Y los llamados años de paz?
–¿Paz? La represión franquista fue dura también en la posguerra. La victoria no trajo la paz precisamente, y se siguió reprimiendo con crudeza hasta bien entrados los años 50, y más (el Tribunal de Orden Público –TOP- siguió actuando después de morir el dictador)..
– En más de 8 años de intensa búsqueda anuncia que habla de muchos nombres propios, de personas y pueblos ¿Cree que puede levantar ampollas?
–Es posible que así sea. Se nombra a las víctimas de los sucesos que se cuentan, y también a los victimarios (es lo que viene haciendo hace ya años la historiografía que se ocupa de “nuestro incomodo pasado”). Partimos de la base de que los descendientes no son en absoluto responsables de las actuaciones de sus antepasados, pero la verdad (aquella a la que honestamente podemos llegar, y que está sólidamente documentada) hay que contarla. Conocer la Verdad sobre nuestro pasado, por triste que sea, es un derecho de la ciudanía, y con el derecho a la Justicia y a la Reparación lo es, según la Justicia Internacional de los Derechos Humanos,de las víctimas de la conculcación de tales Derechos Humanos.
– Usted ha sufrido en su familia la represión, ¿lo que busca es justicia para su abuelo? ¿No le acusan nunca de querer venganza?
– Me refería antes a los Derechos que la Justicia Internacional positiva reconoce a las víctimas (de la represión franquista en este caso). Yo soy nieto y sobrino de dos de los muchos asesinados en mi pueblo, Jiménez de Jamuz. Hace muchos años que trato con allegados de otros asesinados, y jamás encontré en nadie el menor ánimo de revancha o venganza (tampoco yo lo he tenido nunca, ni lo tengo). Las víctimas del franquismo han sido y son muy generosas . - En cuanto a mí, solo pretendo ejercitar ese Derecho a la verdad, y modestia aparte, de objetividad, rigurosidad, honestidad, no debo de andar muy alejado habida cuenta de los historiadores académicos y reputados (Wenceslao Álvarez Oblanca y Sir Paul Preston) que,avalándolos, han prologado mis tres obras anteriores.
– Por último, en sucesivas entregas va a publicar en La Nueva Crónica una exhaustiva investigación sobre las llamadas ‘enfermeras mártires de Astorga’ y lo califica de mito ¿Por qué?
–Mito es lo mismo que falsedad, interesada, en este caso. Así lo califico basado en el resultado de mis indagaciones en las muchas fuentes consultadas. Una tragedia, la del copo del puerto de Somiedo a final de octubre de 1936, que ya fue extremadamente dolorosa para TODAS las víctimas de la misma (algunas beatificadas, y otras conocidas y recordadas solo por sus familias), en su mero aspecto humano, y que el régimen impuesto y la Iglesia católica instrumentalizaron para sus particulares fines. Como hicieron con otras por entonces: la muerte de un joven derechista en Nistal de la Vega el 19 de julio; la del niño Gerardito Gavela en Astorga el 20; la de los falangistas Aureliano Herrero frente a Santocildesen la tarde del 21, y José Ramos en La Bañeza la noche del mismo día, o la del socialista Manuel Raigada Ferrero en una calle bañezana el 27 de julio, mitos todos construidos tergiversando la verdad (haciendo responsables a “las bestiales hordas marxistas”)y que en esta obra “deconstruimos” apoyados en fuentes y documentos de toda solvencia, autopsias y otros de los mismos represores muchas veces.
"La historia de las enfermeras mártires es un mito, una falsedad interesada"
José Cabañas publicará en sucesivas entregas dominicales en LNC Domingo el fruto de sus exhaustivas investigaciones sobre las llamadas enfermeras mártires de Astorga
10/07/2022
Actualizado a
24/07/2022
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