La memoria de las ruinas en el objetivo de Olga Orallo

Olga Orallo es la artífice de un proyecto fotográfico que se pondrá en marcha a partir del próximo mes de enero, en concreto el primer sábado de cada mes, en el blog cultural masticadores.com

Mercedes G. Rojo
06/12/2022
 Actualizado a 06/12/2022
Balneario, Caldas de Nocedo de Curueño. | OLGA ORALLO
Balneario, Caldas de Nocedo de Curueño. | OLGA ORALLO
Olga Orallo es una de tantas excelentes fotógrafas que está produciendo esta tierra nuestra. Aficionada, como ella dice pues, también como tantas, no vive de la fotografía sino de una profesión que poco tiene que ver con la misma, (aspecto también habitual en esta realidad como en tantas otras facetas artísticas); incluso, en el caso de Olga, ni siquiera se preocupa de promocionar activamente su arte a través de exposiciones personales, en las que hace tiempo no se prodiga, pero siempre está dispuesta a prestar su mirada a cuantos proyectos interesantes la reclaman para los mismos.

Particularmente, la conocí con motivo de la exposición en torno a Concha Espina con la que estuvimos viajando por toda la provincia (y fuera de ella) desde 2018 hasta 2020. Y desde ese momento no hemos dejado de colaborar a través de los diferentes homenajes a nuestras mujeres en los que nos venimos implicando marzo tras marzo.

Habrá quien piense que Olga Orallo ya ha sido protagonista de esta sección. Y así es, pues formó parte de la primera selección de artistas a las que fui dando luz precisamente a partir de sus colaboraciones en la mencionada exposición; pero cuando se comparten colaboraciones e inquietudes como las que nos han hecho coincidir, es inevitable volver a darles espacio cuando considero que los proyectos en los que están implicadas merecen la pena. No es la primera ni la última vez que lo hago, porque –afortunadamente- nuestras creadoras están llenas de talento y de propuestas en las que día a día trabajan desde sus correspondientes pasiones.

Cuando, en la que entonces era la sección 'Senderos artísticos en femenino', afronté su acercamiento bajo el título 'Olga Orallo, instantes congelados para un eternidad', poco o nada me hacía sospechar que algunas de sus inquietudes fotográficas nos iban a unir en un camino de colaboración que está a punto de comenzar, sin una previsión de hasta dónde nos va a llevar la misma. Comenzaba entonces el artículo con unas palabras de la propia fotógrafa: "Cada fotografía cuenta una historia, a veces la historia tenemos que construirla nosotros, en otras nos llega un fragmento de la realidad". Y esta frase define perfectamente el carácter del proyecto hacia el que Olga Orallo ha conseguido arrastrarme, fruto de la casualidad en torno a diferentes y comunes intereses: la pasión por la fotografía en blanco y negro y una atracción especial por las ruinas que se desperdigan por doquier, una atracción –esta última– que no es nueva y que ya en su momento manifestaron tantos viajeros y artistas del Romanticismo inglés, por ejemplo, que fue extendiéndose por otros países hasta crear una corriente artística que dio lugar a libros de viajes, grabados, pinturas, fotografías posteriormente, ..., surgidos en torno a ese vínculo emocional que las ruinas producen en muchas de las personas que bien las encuentran bien las buscan y dejándonos, en no pocas ocasiones, verdaderas joyas artísticas que han servido de inspiración para otras personas.

El recorrido fotográfico de nuestra protagonista de hoy es largo, desde que con apenas doce años y su primera máquina fotográfica (una plana de aquellas de clic-clac, nos recuerda), comenzara a acompañar a su padre fotografiando todo lo que la llamaba la atención. Hasta que un día, "no podría concretarlo en un momento determinado», vio un edificio en ruinas y las buenas sensaciones que ese encuentro despertaron en ella hicieran que, a partir de entonces, salga a buscar ese tipo de lugares "olvidados y abandonados" donde aún podemos respirar «la grandeza de lo que fueron y las historias que transmiten, (...) espacios que han quedado congelados en el tiempo", mientras la naturaleza se va adueñando poco a poco de ellos ejerciendo una cierta capacidad de fascinación capaz de despertar en quienes las observan una cierta sensación de horror, o la de la más absoluta belleza, porque como ella misma dice, esto "solo es cuestión de los ojos de quien mira". Y viendo las fotografías de Olga Orallo está claro que los suyos están entre los de quienes descubren belleza en esos lugares, una belleza que trata de perpetuar casi siempre a través de la fuerza del blanco y negro porque "creo que al eliminar el color se centra más la atención del espectador en otros elementos como la textura, la forma o el contraste", con la particularidad que esta opción tiene "de capturar lo esencial eliminando lo superfluo, de transmitir un mensaje, y de generar misterio·, aspecto que encaja a la perfección con este tipo de temática elegida.

La provincia de León está llena de ellos, lugares como algunos pueblos hace tiempo abandonados, pequeñas joyas artísticas dispersas por los más recónditos paisajes, casas, complejos industriales que nos hablan del florecimiento de una época, ..., en fin toda una serie de espacios que nos recuerdan la grandeza (y a veces también las miserias) de otros tiempos construida en torno a todas las vidas que hicieron posible su existencia y su permanencia. También los encontramos por el resto de nuestro país, y de cualquier otro por el que haya transitado la huella humana; lugares que, precisamente por ello, merecen ser recordados y tal vez rescatados para nuestra memoria, con todo lo que a la misma tienen que aportar, y que Olga ha salido a buscar cuando no han supuesto una sorpresa en sus recorridos.

Conocer más en profundidad su trabajo fotográfico en torno a todas estas ruinas rescatadas, charlar en torno a lo que las mismas despiertan en ambas es lo que ha dado lugar a la colaboración mensual que muy pronto vamos a compartir en un espacio al que hemos titulado: 'La memoria de las ruinas', una colaboración que pondremos en marcha a partir del próximo mes de enero, exactamente el primer sábado de mes, a través del blog cultural masticadores.com, que hemos escogido porque nos permite una mayor capacidad de maniobra (en cuanto a espacio se refiere) para conjugar sus fotografías con aquellos textos que puedan inspirarme, y que les animo a seguir a partir del próximo 7 de enero, para descubrir con nosotras esos lugares que forman parte de nuestro acervo cultural, de la historia de nuestras gentes, de un pasado que no deberíamos olvidar por todo lo bueno y/o malo que haya podido significar en las gentes que tuvieron la oportunidad de vivirlos, por aquellas otras historias que puedan llegar a inspirarnos. Tal vez en algún momento podamos también adaptar algunas de esas colaboraciones, en torno a lugares de nuestra provincia, para estas mismas páginas. Mientras tanto, ya saben donde podrán encontrarnos pronto para un primer acercamiento.
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