
Pues aquella mujer que sembraba palabras e historias cumpliría en este 2018 cien años (falleció en 2007). Por ello, en su pueblo, Palacios del Sil, le rinden esta tarde un homenaje (a las 7 de la tarde , en el salón parroquial) en el que se representarán de manera teatralizada poesías de Eva González, se le entregará una placa a su hijo Roberto González Quevedo, y se representará la comedia ‘Caldo de berzas’, de Francisco J. González Banfi, a cargo del grupo El Cudoxu y 34 años después de la última vez que se puso en escena.
Eva González, la contadora de historias, dio con el tiempo un salto a escribirlas, en prosa o en verso y en su lengua vernácula siempre; como recordaba su hijo: «Había yo empezado a trabajar, había abandonado el nido de mis padres y nos unían las cartas. De pronto, dentro de esas cartas comenzaron a llegarme poemas en los que, siempre usando nuestra lengua vernácula, Eva describía costumbres, acontecimientos, historias, fantasías. De su memoria y de su maravillosa creatividad surgían mil poemas y cada uno era una vibrante cara del casi infinito poliedro de aquel mundo que desaparecía. También llegaron cuentos de extraordinaria plasticidad».
Y el hijo convenció a su madre de que estas historias no podían quedar en el olvido, solo en su ámbito familiar: «Sentimos ella y yo la necesidad de que nuestra gente, la gente, conociera aquella unión de lengua, tradición y forma de ser. Los versos pasaron a los libros y de allí a muchas casas, en las que aún se conservan con cariño aquellas publicaciones».
Libros que hoy volverán a ser protagonistas en el homenaje de su Centenario, historias que harán recordar a sus vecinos y familiares a aquella mujer extraordinaria, de la que nos quedan un gran legado, sus libros, «y en ellos se puede reconstruir todo aquel legado monumental de la cultura en trance de desaparecer».