El brasileño creció de la mano del club y vivió los mejores años de la nonagenaria historia del conjunto berciano, viendo como el ‘playoff’ de ascenso a Primera División se quedaba a solo un gol en dos ocasiones.
Su salida a China precipitó el descenso a los infiernos de un club que no superó su marcha y al que volvió con la ambición de devolverlo a la división de plata, una misión de momento imposible, pero no precisamente por culpa del brasileño.
Y es que sin los quince goles del ‘pichichi’ blanquiazul, la situación de la Ponferradina sería dramática. El conjunto berciano tendría diez puntos menos y estaría a seis de la salvación sin los tantos del brasileño.
Cinco partidos hubieran tenido un resultado muy diferente sin Yuri. Ante el Talavera (2-2) hubiera perdido un punto, frente a Coruxo (2-1), Castilla (3-2) y Fuenlabrada (2-1) la Deportiva se habría tenido que conformar con el empate y ante el Cerceda (2-1) el colista se habría llevado los tres puntos del Toralín.
Pero la realidad es que el impacto del ariete es incontable. Esta fórmula –restar sus goles al resultado final– obvia que, sin ir más lejos, buena parte del mérito de la goleada ante el Guijuelo pasa por el tanto que abrió la lata cuando el equipo más estaba sufriendo, mientras que ante Adarve o Rayo Majadahonda (4-0), fueron sus goles los que trajeron la tranquilidad, por lo que su ausencia habría cambiado radicalmente la historia del partido.
Reacción en la zona baja
Los tres puntos ante el Guijuelo han sido un balón de oxígeno para la Deportiva, que se aleja a cinco del descenso, pero todavía no puede permitirse el lujo de relajarse.
Las dos próximas jornadas se enfrenta a dos rivales directos –Pontevedra y Gimnástica Segoviana– y equipos que parecían descolgados, como Cerceda y Racing de Ferrol, ganaron este fin de semana, por lo que entre los gallegos, penúltimos, y la escuadra berciana (13ª) apenas hay siete puntos de diferencia.