En 1495, el monje alemán Hermann Künig publicó en Estrasburgo la primera guía de viajes a Compostela de concepción moderna. En ella se abandona la filosofía primitiva del Códice Calixtino, centrada en leyendas, milagros y reliquias, para presentar al peregrino datos de itinerarios, puentes, peajes, rutas alternativas, cambio de divisas y hasta informes de la atención al viajero.
Así lo han explicado este martes el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Künig, Tomás Álvarez, la alcaldesa de San Andrés del Rabanedo, Camino Cabañas, el concejal de Cultura, Alejandro Gallego, y la de Turismo, Liliana Izquierdo.
«El Camino de Künig se inicia en el antiguo crucero de Trobajo, donde se bifurca la propuesta de este monje alemán», ha explicado Camino Cabañas, quien ha resaltado que se quiere poner en valor esta ruta y de ahí que se celebre esta exposición, para así lograr que San Andrés sea referente en su difusión.
Según ha resaltado Tomás Álvarez, el escrito de Künig «se puede considerar la primera guía, porque aunque el Código Calixtino ya da una serie de datos generales, son básicamente de reliquias, pero no entra en lo que un Hombre moderno busca en las guías, los caminos, las distancias en los lugares de acogida, etc.».
Presencia en León
Künig valora la importancia clave de León y su entorno en la senda santiagueña. Afirma que desde esta ciudad hay tres alternativas para alcanzar Compostela. La primera, la de acudir por San Salvador (Oviedo); la segunda, la que pasa por Astorga, un camino que exigirá al viajero el cruce de tres ríos y luego el ascenso a una montaña (Foncebadón). La tercera alternativa, que él aconseja, es la de ir a Ponferrada por el Camino de Santa Marina del Rey.
Esa variante leonesa se inicia ante la cruz gótica que existió hasta el siglo pasado en el Mirador de Trobajo, para avanzar por lo que llamó ‘el camino de Santa Marina’ y entrar hacia el Bierzo por medio de La Cepeda, sin pasar por Astorga, ciudad que queda a tres leguas al sur. Frente a la cota de 1.500 metros del paso por Foncebadón, la vía de Künig entra al valle del río Tremor por Brañuelas, a una cota de algo más de 1100 metros, superando los Montes de León «sin subir montañas», tal y como explica el autor alemán.