"Indago en el transcurrir manso de los acontecimientos y en ese constante presentimiento que traen los días grises como este..." (Cristina Flantains. Escritora). Hoy iniciamos este nuevo camino de la mano de Cristina Flantains (Cristina Fernández Castro. León, 1965) una de esas escritoras del actual panorama literario leonés que ha optado por caminar despacio por estos senderos, asentando cada uno de sus pasos mientras vive y siente la literatura, rodeándose de lecturas sin las que no entiende su vida ni su obra, y afianzandola suya poco a poco, sin prisa, dejando que sus trabajos maduren a veces desde el cajón en el que duermen los sueños y que es la única forma de que de verdad respiren y crezcan, como antes lo hicieron los de tantas grandes plumas por las que siente verdadera admiración y entre las que encuentran un hueco especial algunas grandes escritoras de la literatura universalcomo las hermanas Brontë, Doris Lessing, Jane Austen, Alejandra Pizarnik, Colette, Dujna Barnes e incluso María Zambrano (estas tres últimas sobre las que incluso ha publicado algún artículo en revistas literarias), y de quienes disfruta no solo la fuerza de su literatura sino la fuerza con la que se han mostrado ante la vida, algunas de ellas en momentos históricos muy difíciles para la mujery más en un mundo como el de la escritura.
Quienes han llegado a Cristina F. a través de su primer poemario (que vio la luz en 2016)y en relación con muchos de los eventos poéticos que en los últimos años vienen desarrollándose en León, quizá desconozcan su gran faceta prosística, con la que comenzó a hacerse visible hace aproximadamente veinte años, a través de estupendos relatos que han ido viendo la luz a través de prestigiosas publicaciones y de diferentes e interesantes premios de los que ha resultado merecedora; una obra muy variada en temas y estilos que esperamos que pronto lleguen también a nosotros en forma de libro.Frente a quienes aseguran que no leen para no contaminar lo que escriben C. Flantains no entiende la propia escritura sin la multiplicidad de lecturas que te permite ir adquiriendo un poso propio de conocimiento, de vocabulario, de pensamiento, asegurando que las contaminaciones, los contagios, se evitan precisamente bebiendo de muchas y muy diferentes fuentes –mejor si son de contrastada calidad–,evitando pararse, dejándose llevar por algo tan imprescindible como la curiosidad, la curiosidad por descubrir, por aprender, de todo y de todos, aunque siempre desde un profundo respeto hacia lo que hacen los demás. Y en cuanto a las personas que se guían por estas premisas siente especial predilección por aquellas que son capaces de pisar por la vida de forma valiente, y así acaban plasmándolo en sus propias obras. No entiende de personajes (u obras) imprescindibles,ni en la vida ni en la literatura, aunque cree que cada uno tenemos lecturas que pueden resultarnos inolvidables, que es algo bien distinto, y fiel a esa creencia confiesa una cierta inclinación a releer determinados libros y autores. Y cada vez más.
Volviendo a su escritura, la que navega entre la poesía y la prosa de manera igualmente equilibrada, no es esta autora proclive a un lenguaje enrevesado y oscuro que aleje el contenido del verdadero carácter de las cosas de la vida, cosas que en su grandeza son de lo más sencillas porque en todos y para todos están presentes, como el amor, el deseo, la muerte, la memoria,… en fin todo aquello que forma parte del hecho de vivir en cualquiera de sus dimensiones; temas que son y que seguirán siendo universales pero a los que trata de dotar de su propio sentido de la belleza y sobre los que reflexiona en cierto modo influida por un pensamiento metafísico de la vida.
Sabemos que está muy próxima la aparición de su siguiente poemario y que guarda muchas otras cosas en el cajón de su escritorio. Pero Cristina Flantains, como ya dijimos, es una autora paciente que se toma muy en serio su obra y a la que no le gusta caminar estos senderos atropelladamente porque, dice, "escribo para vivir, para tomarme la vida sin desperdiciar ni un segundo, para pensar, para comprender a quien camina a mi lado" disfrutando de cada mínimo detalle que acaece a su alrededor procurando no desperdiciar ni un solo segundo de lo que pasa a su lado. Y eso es algo que no se puede hacer con la presión de la prisa empujándonos a avanzar sin reflexionar, a escribir sin pararnos a depurar lo escrito.
Termino esta breve y personal semblanza con unos versos de su próximo poemario y les animo a que «se dejen besar» por sus versos y se animen a descubrirla en cada uno de sus textos. "Sobre todo gesto huraño de quien urde con inquina, digo beso…".
La reposada quietud de la escritura
Cristina Flantains es el resultado de cada una de sus experiencias vitales, de sus lecturas y de su escritura. Todo ello ineludiblemente unido conforma su única y permanente realidad
27/11/2018
Actualizado a
14/09/2019
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