Bautizado por sus autores como ‘Piedra y tierra’, el proyecto ganador tiene como principal característica el modo en el que plantea una integración y casi una mimetización con el paisaje, con tres volúmenes que se integran con los cerros de Lancia empleando materiales tan convencionales y a la vez tan innovadores como son los adobes prefabricados de tierra comprimida a alta presión, que levantan muros con unas geometrías complejas que recuerdan a la papiroflexia japonesa. La singularidad más destacada de la propuesta es que, en vez de plantear un único edificio, propone fragmentar los espacios en tres volúmenes independientes que permitirán adaptar su uso a las necesidades cambiantes del yacimiento. El jurado valoró especialmente ese rasgo, destacando que ‘Piedra y tierra’ “es una propuesta realista e icónica, una arquitectura propia del siglo XXI que combina el arraigo con la vanguardia formal”.
El citado estudio se encargará, por tanto, del proyecto global y la dirección de obra necesaria para elevar este novedoso centro arqueológico, para cuya construcción se destinarán 1,5 millones de euros que se verán incrementados hasta los dos millones con los costes de la habilitación, señalización y mejora de accesos. El presidente de la Diputación provincial, Eduardo Morán, se acercó hasta la sede del Instituto Leonés de Cultura para conocer la propuesta ganadora y para recalcar que este es un “día histórico” que demuestra “el compromiso decidido de este equipo de gobierno con la puesta en valor de un espacio arqueológico de la provincia de León tan destacado como es de Lancia”, puesta en valor que ha estado ausente del yacimiento desde hace más de tres décadas.
El nuevo edificio se planteará no solo como un espacio de información al visitante sobre la significación histórica de la ciudad astur-romana y sobre los hallazgos que ha venido deparando a lo largo del tiempo sino también como un lugar de estudio y de trabajo científico, integrando por medio de la señalización otros puntos de interés cercanos como las Cuevas Menudas (eremitorios medievales que están registrando una gran afluencia de público), o los distintos enclaves de la Ruta de los Monasterios.
El jurado encargado de decidir el ganador del concurso ha estado formado por Jesús Celis, arqueólogo del Instituto Leonés de Cultura; Marta Callejón, subdirectora general de Rehabilitación y Regeneración del Ministerio de Transportes; Amelia Biaín, jefa del Servicio Territorial de Cultura; Begoña Gonzalo Orden, arquitecta del Ayuntamiento de León; Javier Rivera Blanco, catedrático de Historia de la Arquitectura de la Universidad de Alcalá de Henares, y Pablo López Presa, diputado de Cultura, Arte y Patrimonio. Un jurado que se encargó de valorar las maquetas presentadas por los cinco finalistas del concurso, y que serán mostradas al público en próximas fechas. En total se habían presentado 18 proyectos.
Según los plazos que maneja el ILC, el ganador tendrá a partir de ahora tres meses para redactar el proyecto de ejecución, de modo que en la primavera del año próximo la obra pueda salir a licitación.
Recuperación de la zona
Las iniciativas encaminadas a sacar del olvido este histórico yacimiento por parte del actual equipo de gobierno en la Diputación comenzaron en diciembre de 2019 con el vallado del recinto, la instalación de paneles informativos y la habilitación de aparcamientos. Posteriormente se procedió a sondear toda la zona por medio de un georradar y a adquirir, por parte de la institución provincial, diez hectáreas de terreno en torno al actual recinto del yacimiento, de modo que la superficie del yacimiento arqueológico de Lancia dedicada a la investigación y a la divulgación aumentó en un 800 % En concreto, la Diputación pasó de tener 15.000 metros cuadrados de terreno a disponer de 122.867 metros cuadrados, lo cual significa que por fin la mayor parte de los restos de la antigua ciudad de Lancia están en manos de la institución provincial leonesa. Además, en la actualidad continúan los trabajos encaminados a consolidar y adecuar los restos existentes con el objetivo de hacerlos paseables y aptos para la visita turística, y que implican una inversión de 150.000 euros.