Las celdas que cantaron a la libertad

La ARMH celebró este jueves en el Museo del Bierzo, cárcel que acogió detenidos durante la Guerra Civil, el Día de las Víctimas de Desapariciones Forzadas

A. Cardenal
30/08/2018
 Actualizado a 17/09/2019
Homenaje de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, ARMH, a las víctimas del franquismo. | C.S. (ICAL)
Homenaje de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, ARMH, a las víctimas del franquismo. | C.S. (ICAL)
«Muchas noches, durante dos o tres meses, muchas personas fueron sacadas de aquí, asesinadas y sus cuerpos escondidos. Fue una atrocidad». Así relata el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Marco González, la historia de la antigua cárcel de Ponferrada, hoy convertida en el Museo del Bierzo, cuyas paredes fueron testigo de la represión de la Guerra Civil y la dictadura.

Este jueves esas mismas celdas cantaron a la libertad. La ARMH celebró de Día de las Víctima de Desapariciones Forzadas volviendo a reclamar «verdad, justicia y reparación» para las víctimas del franquismo y una mayor implicación por parte de las administraciones para encontrar a las cientos de personas que todavía no han sido recuperadas.

El acto celebrado ayer contó con la participación de músicos, poetas y escritores como Juan Carlos Mestre, Abel Aparicio o Manuel Cuenya, que arroparon a familiares de los desaparecidos en una comarca cuyas cunetas se tiñeron de sangre. Sin embargo, ni el miedo ni la represión consiguieron olvidar su historia, la de personas que pagaron con su vida las locuras de una guerra entre hermanos y la tiranía de una dictadura de cuatro décadas.

La antigua cárcel de Ponferrada en la que hoy se encuentra el Museo del Bierzo, llegó a acoger entre sus muros a una parte importante de los más de 3.000 bercianos detenidos por las autoridades golpistas a partir del 18 de julio de 1936.
Según las investigaciones de la ARMH, muchos de esos presos sufrieron muertes extrajudiciales en parajes cercanos, mientras que otros fueron fusilados en las inmediaciones del cementerio del Carmen. Los más ‘afortunados’ fueron trasladados a León, donde dio comienzo un terrible periplo que les llevó a recorrer las celdas de cárceles de todo el territorio nacional.
Lo más leído