El proyecto pretende satisfacer “la demanda global”, dice Vega, aunque no apunta exactamente cuál será su destino, pero sí que la fabricación es cerrada en el tiempo “se desarrollará durante 18 meses”, apunta. La nueva línea de producción entrará en servicio gradualmente durante el primer trimestre de 2019. Esta línea funcionará siguiendo el mismo esquema que las dos líneas en las que trabajan, durante los 7 días de la semana, 24 horas al día, y con paradas técnicas de mantenimiento mensuales de tres jornadas. Esta producción “es por tiempo limitado, ya que responde a una necesidad inmediata desatisfacer una demanda máxima”, explica el director, por lo que “no esperamos continuidad más allá de 2020”. En verano de ese año se cumpliría “aunque lo que pueda pasar de ahí en adelante es desconocido”, dijo.
Considera Vega que este proyecto demuestra “el compromiso de LM y de General Electric con España y con el Bierzo en particular” y hace que LM se convierta en “el mayor empleador en la comarca”, contribuyendo con mil trabajos directos en el Bierzo.
Para Vega, este incremento es consecuencia del buen hacer de la planta a diario “pero no podemos conformarnos con ello”, dice, apuntando que “la mejora y la formación continua”, son sus fines para competir en un mercado globalizado.
Hace tres años que LM no concretaba una nueva línea de producción que le permitiera este crecimiento, que no va a suponer cambios en la fábrica de Santo Tomás, sino que se ubicará en la misma nave.
Se busca: experiencia con materiales compuestos, inglés e ingenierías
El proceso de selección comienzan en agosto y los contratos se inician en septiembre. Los elegidos pasarán por un curso completo de seis semanas en el Centro de Excelencia de la Planta de Ponferrada. En particular, los perfiles más demandados tienen que satisfacer los requisitos de tener experiencia en materiales compuestos, inglés y si hablamos de perfiles universitarios, ingenierías. Entre los seleccionados se tendrá en cuenta la bolsa de trabajo creada con las formaciones realizadas a 16 personas desde el mes de julio, un proyecto formativo que pretendía tener una segunda parte con otros tantos posibles trabajadores, pero que, según Vega, se suspenderá ahora para iniciar la formación de los empleados que entren en la planta a partir de 2019 de forma efectiva en este nuevo proyecto.
LM Wind Power trabaja en Ponferrada desde el año 2000, cuando comenzó su actividad con poco más de 120 trabajadores. En 2007 llegó a su máxima capacidad unos 1300 empleados,pero debido a la crisis financiera mundial y al colapso del mercado eólico español, la planta tuvo que disminuir considerablemente su producción, llegando a la mínima de 150 trabajadores en 2012. En 2015, para adaptarse al incremento de la demanda de sus clientes, la planta triplicó el número de sus empleados, llegando a unos 550 trabajadores.Actualmente cuentacon cerca de 800 trabajadores y ha producido más de 20.000 palas a lo largo de todos estos años.