17 voces diversas para hablar de poesía

Esta antología con voz de mujer es una apuesta clara de la valiente editorial leonesa Marciano Sonoro por equilibrar la voz de unas y otros en el panorama literario, en este caso la poética

Mercedes G. Rojo
20/12/2022
 Actualizado a 20/12/2022
Jesús Palmero y Cristina Pimentel, responsables de Marciano Sonoro Ediciones. | L.N.C.
Jesús Palmero y Cristina Pimentel, responsables de Marciano Sonoro Ediciones. | L.N.C.
Aprovechando que estamos ya en vísperas de Navidad, época de regalos y atenciones, y que no tengo ya abuela que me regale los oídos (como nos cuenta ese dicho tan popular) me van a permitir hoy que les hable de un proyecto muy especial que verá la luz oficialmente este próximo 30 de diciembre en la capital maragata, localidad a la que están ligadas varias de las personas que forman parte del proyecto, editores, coordinadora literaria y algunas de las poetas que intervienen en el mismo. Se trata de un proyecto muy especial porque es la apuesta de una pequeña pero muy cuidadosa editorial de sello leonés por la poesía que actualmente hacen las mujeres, en este caso en una alta proporción ligadas a tierras leonesas. La editorial no es otra que Marciano Sonoro, instalada en un pueblecito situado en la vega del Tuerto (San Román de la Vega) y alentada por el talento artístico y el buen hacer de una pareja astorgana que ha volcado en ella muchas ilusiones y mucho esfuerzo: Cristina Pimentel y Jesús Palmero; tanto que cada libro que sale de sus manos, escrupulosamente elegido, es una pequeña joya que merece la pena disfrutar. Su nómina de publicaciones va creciendo poco a poco, sin prisas pero sí acorde a los principios de calidad y seriedad que se han propuesto para este proyecto que es mucho más que una simple apuesta editorial y en el que miman, sobre todo, a autores que tienen mucho que ver con la tierra, con esta tierra en la que han elegido vivir y por la que han apostado siempre sin dudarlo lo más mínimo. En conversaciones con ellos afirman que este tipo de proyectos suponen una pequeña contribución por su parte para equilibrar una balanza que llevaba mucho tiempo descompensada y que, aunque no son amigos de las etiquetas y hasta que la realidad en cuanto a la presencia de las mujeres se normalice en todos los ámbitos, a veces son necesarias muestras de discriminación positiva dentro de ámbitos en los que a menudo las decisiones siguen siendo tomadas por hombres a quienes les es más fácil permanecer en su zona de confort, donde los nombres que se manejan son siempre los mismos y se pasan de unos a otros, que indagar un poco más allá y abrir nuevas vías de conocimiento e interés hacia lo que pasa fuera de los límites en los que habitualmente se mueven. En último caso es un esfuerzo editorial por ahondar y dar luz a esos otros caminos que también están ahí, y tan a menudo se siguen aún descuidando, que es de agradecer en tiempos convulsos en los que no pocos se ponen a la defensiva en el momento que oyen hablar de los caminos que recorren las mujeres de hoy en día y en la necesidad de descubrirlos ante el injusto silencio social al que, a pesar de todo, siguen estando sometidos.

Me ocupo hoy de ‘17 diversas’, que así se titula la antología, por la mucha carga leonesa que se encierra entre sus páginas. Como bien dije, esta pequeña antología no tiene otro objetivo que contribuir a dar un poco más de luz a la poesía de las mujeres de hoy, y así nos acerca a diecisiete voces poéticas diferentes, arropadas por la propia definición de la palabra que acompaña tal nómina:

Diversas. 1. Que están dotadas de elementos de la misma naturaleza, pero con cualidades individualidades.

2. Que cada una es más de una al mismo tiempo.

Y, efectivamente, así podemos apreciarlo cuando nos sumergimos en la vida y obra de las incluidas en estas páginas, apenas la punta de su iceberg poético, un universo que podemos ir descubriendo a medida que las vamos recorriendo una a una. Pero ¿quienes son en realidad estas 17 diversas? De ellas nos dice Paz Martínez, la responsable de la edición: son «mujeres que sostienen su trocito del mundo sobre los hombros, que aprendieron de las fronteras, de la luz, del aire o de los pájaros a nombrar el cosmos», mujeres en las que «la poesía se recrea en claras señales que las describen en lo cotidiano, a la vez que aportan una mirada a lo social y establecen un diálogo consigo mismas para deshacer nudos escribiendo desde la verdad con autenticidad y pasión». Hermosas palabras para un breve y muy acertado prólogo que me llena de emoción, especialmente porque he tenido la suerte de haber sido una de esas diecisiete “diversas” elegidas para formar parte de este proyecto coordinado con mano firme y cariñosa por nuestra compañera Paz. Todo un privilegio y una alegría compartir páginas con compañeras de letras tan estupendas como las que conforman esta selección, entre ellas varias leonesas de diferentes puntos de la provincia que –junto a otras de fuera de ella como Ana Ares, Tina Escaja, Mayte Ugalde, Gema Bravo, Ana Lamela o Antía Eseuve– completan un amplio abanico de mujeres de diferentes generaciones y estilos que nos hablan, sin duda, de la buena salud de nuestras letras. Y para que se hagan idea de tal diversidad les dejo algunas pinceladas de las mismas siguiendo el orden de aparición en la antología. Algunas de ellas ya han pasado por esta sección, otras lo harán en el futuro, en cualquier caso les aseguro que entre sus versos encontrarán diversos enfoques y estilos, que esperamos les sepan a poco y les inviten a querer conocer más de su poesía. Inocencia Montes, es el nombre poético elegido por esta poeta que escribe desde las tierras del Jamuz que la vieron nacer y en las que tiene su hogar y su refugio. En su haber ya tres poemarios que nos va regalando muy de cuando en cuando porque para ella la poesía es una forma de vivir y sentir que va vertiendo sobre el papel como una buena esencia que solo de vez en cuando decide compartir con quienes saben de apreciar su buen hacer poético.Cristina Flantains navega en su trayectoria entre la prosa y la poética a través de un par de poemarios publicados, múltiples colaboraciones en diversas revistas literarias y antologías y algún que otro premio, de esos que a veces vienen a refrendar que no te has equivocado al elegir el camino tomado. Nuria Viuda nos regala una hermosa voz que pone un especial acento en la visión de la realidad que nos rodean, a través de breves «crónicas» diarias llenas de la poesía que se desprende de la observación precisa y curiosa de las pequeñas cosas que habitan nuestro entorno, de momentos y situaciones apenas perceptibles para el común de los mortales, en el transcurso del día a día... Una lectura, la de sus textos, que nos removerá por dentro. Marien del Canto, considerando la poesía uno de sus «amores» artísticos, podríamos decir que aún está dando sus primeros pasos en lo que a publicación se refiere, aunque desde hace ya algún tiempo es habitual escucharla y encontrarla en diversos foros culturales y participativos de la provincia. Pilar Escamilla es una poeta a caballo de muchos lugares pero con hondas raíces en nuestra querida provincia como puede apreciarse en una parte importante de su obra y en la multiplicidad de proyectos realizados desde aquí en los que colabora. Con cuatro poemarios publicados, su obra se puede encontrar también en diversas revistas literarias, antologías y otros proyectos literarios en los que participa. Mercedes G. Rojo de mí misma poco voy a decir más allá de que llevo toda una vida enredada en esto de las letras, transitando por diversos géneros y publicaciones recogidos en varios títulos propios y un buen número de colaboraciones. Aparte de ello, mi máxima obsesión: dar a conocer otras voces, otras mujeres que nos abrieron camino y a las que en muchas ocasiones no se ha tratado bien, así como a otras muchas que ahora mismo son o siguen siendo. Sara Otero, poeta repetidamente galardonada con importantes premios ya desde temprana edad, nos deja una poesía de mirada, atemporal y universal, que da respuesta a una búsqueda continúa de la honestidad, a una reivindicación de la imaginación, en la que cada poemario empuja a otro nuevo y diferente porque cada uno de ellos refleja momentos distintos, en los que no hay cabida para el encorsetamiento.Violeta Serrano. En su momento me gustó definirla como una poeta que ha creado para sus palabras un mundo sin fronteras que va de sus orígenes a los muchos lugares por los que ha ido caminado, en la aún corta (aunque muy intensa) trayectoria vital puesto que es la más joven de esta nómina de leonesas que conforman la antología. En su haber varios poemarios y una multiplicidad de proyectos en los que queda reflejada su constante inquietud literaria y cultural. Margarita Álvarez. Esta filóloga que tiene un especial afán por el mundo de las palabras, de las hablas y de lo que las mismas aportan a nuestro acervo cultural (pasión que ha demostrado con algunas publicaciones y las numerosas charlas dadas al respecto) también cuenta con publicaciones dedicadas a los más pequeños, dejando de momento para el mundo virtual (y para algunas colaboraciones como esta) sus pasos en otros géneros como el microrrelato o la poesía. Antonia Álvarez, a caballo entre las tierras leonesas en las que nació (comarca de Babia) y las asturianas en las que hoy reside en alternancia con las primeras, esta mujer que ha dedicado su vida profesional a la enseñanza, tiene un amplio recorrido literario. En lo que se refiere a los caminos poéticos que dentro del mismo transita, están jalonados por diversos premios que no vienen sino a refrendar la voz que nos deja en la más de una docena de poemarios publicados. Y dejo para el final a Paz Martínez porque ella, además de formar parte de esa nómina de leonesas que conforman la antología, ha sido la coordinadora de este cuidado trabajo que nos ha reunido a todas. Con varios poemarios también en su haber y numerosas colaboraciones en diferentes medios, su mirada está especialmente unida a la tierra y al dolor de quienes sufren, provocando a menudo en quienes la leen una especie de catarsis a través de sus versos, de esas que sirven para curar el alma. Para concluir mi acercamiento a este ‘17 diversas’ lo haré recordando lo tantas veces dicho: ojalá no tuviéramos que continuar parcelando la literatura porque en ella no debería haber etiquetas de femenino o masculino sino simplemente de diversidad. Desgraciadamente, mientras la mentalidad de tantos siga discurriendo por donde transcurre, al menos de vez en cuando, seguiremos necesitando una cierta discriminación positiva que nos permita dar a conocer nuestro trabajo, más allá de las fronteras establecidas por quienes andan en el mundo de la visibilización. Abrirse a otras voces, a otras maneras de hacer, no siempre resulta fácil y por ello hay que agradecer el esfuerzo de personas como Jesús y Cristina para romper esas barreras.

Ahora ya solo queda que se animen a descubrirnos, a leernos y, ¿por qué no?, a buscar otros trabajos nuestros (ya en el campo de la individualidad) que les permita conocer lo que hacemos las escritoras, también en estas tierras por las que transitamos. Estamos en Navidad, es momento de regalar, de regalarnos; también poesía, y ‘17 diversas’ puede ser una buena opción.
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