No quedan muchos. Ya eran niños en el 36. Uno de ellos es, felizmente, Francisco Robles, leonés de Mansilla de las Mulas, de 90 años de edad y una gran lucidez, que le permite acudir este jueves (a las 19.30 horas) a la Fundación Sierra Pambley para contarles a quienes allí acudan su ajetreada biografía. La de aquel niño que fue evacuado a Inglaterra durante la Guerra Civil. Su padre y su madre, de Mansilla de las Mulas, habían emigrado a Bilbao y tras el bombardeo de Guernica decidieron alistar a su hijo mayor (Francisco) y a Carmen, la segunda, en el vapor Habana que trasladó a Gran Bretaña a 4.000 niños y niñas del País Vasco el 21 de mayo de 1937.

La presencia de Francisco Robles en la Fundación Sierra Pambley estará además arropada por la proyección de momentos de un documental en el que el leonés es uno de los protagonistas: 'To say goodbye', realizado con motivo del 75 aniversario de la evacuación de los menores. En él relata Robles algunos de sus recuerdos: "Pasamos en el Habana tres noches muy malas de vómitos, y sin poder dormir, porque no encontrábamos camas. Por fin en la mañana del 23 de mayo vimos que habíamos llegado a Southampton, Inglaterra, y en cubierta había varios médicos con chaquetas blancas que nos ponían a todos inyecciones antes de desembarcar".
El leonés fue un Niño de la Guerra más, otro de los que abandonó su tierra pues, recuerdan desde la Fundación Sierra Pambley, «as evacuaciones infantiles fueron una iniciativa del Gobierno vasco a raíz del bombardeo de Bilbao el 4 de enero de 1937. El primer barco, con 450 menores, fue fletado en el mes de marzo. Pero a partir del bombardeo de Guernica se intensificaron. En conjunto, según recoge Jesús Alonso Carballés, fueron evacuados entre la expedición piloto de marzo y las masivas salidas de los meses de mayo y junio un total de 20.854 niños, de los cuales la gran mayoría, 15.383, llegaron a Francia para ser instalados en el país vecino y Bélgica, mientras que 3.861 llegaron a Gran Bretaña y 1.610 arribaron a la Unión Soviética. Eastleigh, un pueblo al sur de Inglaterra, fue el lugar que alojó de forma temporal a los 4.000 niños y niñas que llegaron desde Santurce a Southampton hace 79 años huyendo de la Guerra Civil.
Merece la pena escucharlo.