Ahmed Younoussi, protagonista de '14.4': "La ficción deja de serlo cuando es parte de la realidad"

El actor de Tánger afincado en Madrid llegó a España con 9 años escondido en un camión. Este jueves escenifica su propia historia en el Auditorio de León bajo la dirección de Sergio Peris-Mencheta

13/02/2025
 Actualizado a 13/02/2025
Una escena de la obra ‘14.4’, protagonizada por Ahmed Younoussi, dirigida por Sergio Peris Mencheta y con texto de Juan Diego Botto. | VANESSA RABADE
Una escena de la obra ‘14.4’, protagonizada por Ahmed Younoussi, dirigida por Sergio Peris Mencheta y con texto de Juan Diego Botto. | VANESSA RABADE

En 2024, más de diez mil personas murieron en el intento por llegar a la península desde países extranjeras. En total, fueron 63.970 las personas que sí consiguieron dejar atrás su tierra natal para comenzar una nueva vida en España.

A principios de este siglo, Ahmed Younoussi fue uno de esos viajeros que consiguió pisar tierra firme. Tenía 9 años y su historia conmovió al director Juan Gautier, que llevó el relato a la pantalla en el cortometraje ‘Metropolis Ferry’ de 2010. A su set de rodaje acudió el propio Ahmed, natural de Tánger, en calidad de asesor del intérprete protagonista. Quizá por azares del destino, el actor no llegó a aparecer y Ahmed cogió su relevo para encarnar el papel de sí mismo en una cinta sobre su propia vida. Aquello fue el caldo de cultivo para la puesta en escena de ‘14.4’, la distancia en kilómetros «que separa dos mundos»; la línea divisoria que marca marítima el estrecho de Gibraltar. 

Fue Sergio Peris-Mencheta –uno de los actores en el corto de Gautier– quien, más de una década después de aquel filme, decide adaptar la historia a teatro con el texto de Juan Diego Botto. Lo cuenta Ahmed Younoussi al otro lado del teléfono. «‘14.4’ se hizo para que ser interpretada por el mismo personaje que pasó esa historia», explica sobre una experiencia que recuerda «perfectamente» y de la que no está dispuesto a revelar demasiado: «Te podría contar un montón de cosas, pero son parte de la obra y no quiero desvelar sorpresas». 

Lo que se puede contar lo reza su reseña. ‘14.4’ sube a escena la historia de «un niño que escapa del maltrato familiar para habitar las calles de Tánger»; un niño con la obsesión de llegar a España, «el paraíso en la tierra, el final del camino, la Ítaca con la que sueña todo viajero». Un niño que «consigue cruzar a la península escondido en los bajos de un camión» y que, ya «en la tierra prometida», sobrevivirá «otra odisea que se aleja de lo soñado, pero que no está exenta de sentido del humor, aventuras, redes de solidaridad y finales inesperados».

Todo en una obra que relata, no sólo la vida de Ahmed; también la de muchos otros. «Es una responsabilidad transmitir a la sociedad una parte de la vida de esos niños antes de llegar aquí», cuenta el actor: «Mi historia es una pantalla para que los espectadores puedan comprender un poco más y entender la situación en la que vienen esos niños y niñas para poder ayudarles mejor». A su modo de ver, el arte no da la espalda a cuestiones políticas. «Con este proyecto estamos demostrando que el arte puede cambiar conciencias y que, a través del escenario, se puede hacer también, de alguna manera, política», refleja.

La obra tiene como caldo de cultivo el corto ‘Metropolis Ferry’, protagonizado por el propio Ahmed
El caldo de cultivo de la obra es ‘Metropolis Ferry’. | SERGIO PARRA

Bajo la dirección de Peris-Mencheta, el intérprete de Tánger afincado en Madrid se presenta en soledad sobre el escenario para escenificar parte de su propia historia. Una soledad que aprecia relativa. «Siempre tengo acompañándome un público que lo entrega todo, que se deja la piel en la butaca, y eso me genera de todo menos sensación de soledad», dice. Aun así, a pesar de tratarse de un personaje más que conocido, no faltan las dificultades. «Te tienes que adaptar al guion y hacer un profundo trabajo de introspección», relata: «Creo que el hecho de contar tu vida encima del escenario es más complicado que adaptarte a un personaje, interpretarlo y, luego, terminar la función e irte a tu casa». 

Este jueves, desde las 20:30 horas, el Auditorio Ciudad de León se convertirá en el escenario para la narración escénica del intérprete. Su biografía saldrá a relucir en una suerte de monólogo teatral, trayendo al presente la vida de un pasado con 9 años, subiendo a las tablas una historia de niñez convulsa; entremezclando ficción y realidad, si es que a veces no son la misma cosa. «Nosotros trabajamos con una ficción respecto a la historia del protagonista, pero en realidad la ficción deja de serlo porque es parte de la realidad», reflexiona: «Hay niños que se mueren, hay niños que no llegan, hay niños que se quedan allí el resto de su vida... Al final, todo lo que contamos es real; quizás no haya sucedido en la vida del personaje, pero sí sucede en otras vidas».

El año pasado se registraron en España alrededor de 14 mil Menores Extranjeros No Acompañados. La cifra ha ido funcionando como acicate desde entonces para convertir los procesos migratorios en centro del debate público a nivel internacional, sacando lustre en ocasiones a una xenofobia que ha dejado de esconderse para empezar a ondearse. «Siempre ha habido auges; a veces de derechas, otras de izquierdas», opina el actor, que considera que «todo lo que sea radical tiene poco recorrido en este mundo». «Estamos en un momento complejo a nivel político y seguir así no favorece mucho a que estos niños que vienen de la calle puedan ser integrados», continúa: «Los argumentos que vemos muchas veces por parte de algunos políticos generan miedo y desconfianza hacia la sociedad y eso tampoco es algo positivo porque, cuanto menos, está lejos de la realidad».

La historia de ese niño que un día fue Ahmed Younoussi se luce este jueves en la capital provincial en una puesta en escena que no deja a un lado «la vida de muchos niños y niñas que no tuvieron la misma suerte». Así lo explica el intérprete, con varios periplos escénicos en la salas madrileñas Mirador y Galileo de la mano de la Escuela de Interpretación Cristina Roca y el director Fernando Soto a las espaldas, pero hablando con especial cariño de Botto y Peris-Mencheta: «Haber hecho este proyecto acompañado de semejantes bestias del cine español es prácticamente un punto y aparte en mi carrera».

Lo dice el hombre que antes fue el niño que hubo de emigrar. Lo dice Ahmed, que llegó en los bajos de un camión a España, donde –azares del destino otra vez– trabajó un tiempo como transportista hasta terminar siendo definitiva y únicamente actor; hasta acabar «viviendo de algo en lo que hace unos años hubiera sido imposible pensar».

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