"Ahora viene gente a comprar el periódico que no había visto en la vida"

Los kioscos constituyen un bastión en estos tiempos de pandemia. Desde la declaración del estado de alarma, Jacinto Manuel Ruiz no ha dejado de cumplir con su cometido desde su fortín en el número 10 de la calle Concha Espina en el popular barrio de San Mamés

Joaquín Revuelta
30/04/2020
 Actualizado a 30/04/2020
Jacinto Manuel Ruiz, propietario del kiosco de la calle Concha Espina, número 10.
Jacinto Manuel Ruiz, propietario del kiosco de la calle Concha Espina, número 10.
La venta de periódicos y revistas es uno de los «servicios esenciales» que contempla el Real Decreto del estado de alarma que después de más de cuarenta días continúa vigente en nuestro país. Por ello, Jacinto Manuel Ruiz acude todas las mañanas al kiosco de su propiedad, sito en el número 10 de la calle Concha Espina, para seguir proporcionando lecturas a los vecinos del popular barrio de San Mamés. Lo hace desde las 08:30 hasta las 13:30 horas, restando una hora al horario habitual que tenía antes del confinamiento de una buena parte de la ciudadanía leonesa. «Desde primera hora de la mañana acude todo tipo de gente, desde jóvenes hasta gente mayor, y sobre todo personas que antes no veías y que ahora vienen a coger revistas y periódicos», asegura este quiosquero, que reconoce que lo que más echa en falta son los paseos a los bares y las peluquerías a los que hacía llegar la prensa cada día. «Ahora son cuatro sitios contados y nada más», declara Ruiz.

Desde el confinamiento asegura vender más periódicos y revistas, pero sobre todo autodefinidos, sopas, sudokus, etc, pasatiempos que ayudan a pasar mejor las horas de un largo confinamiento que cada día se hace algo menos llevadero.

Jacinto Manuel Ruiz ha decidido cerrar una hora antes de lo que lo hacía antes del estado de alarma «porque notaba que a partir de la una del mediodía esto quedaba como un desierto».

Sobre la ‘indumentaria’ con la que acuden sus clientes para adquirir la prensa diaria y las revistas semanales, el propietario del kiosco de la calle Concha Espina asegura que suelen acudir provistos de guantes y rara vez con mascarillas. «La gente mayor que antes venía al kiosco ha dejado de hacerlo por miedo al contagio y ahora los que acuden son los hijos», señala Ruiz, que también echa en falta a los niños que solían acudir con sus padres y abuelos a comprar las chuches. «A ver ahora con esta nueva medida si les da por venir, pero los primeros días y tras más de cuarenta en casa seguro que preferirán ir a jugar con el balón o a correr. Lo que menos les preocupará será el kiosco, supongo».

Las revistas del corazón es un tipo de publicación que en la situación actual se está vendiendo algo más, sobre todo los fines de semana. «A lo mejor ahora baja algo por el hecho de dejar salir a los niños», sostiene Ruiz, para quien la venta de periódicos se mantiene a un buen nivel, notando que ahora viene gente a comprar la prensa que antes no acudía. «Actualmente viene gente a comprar el periódico que yo no había visto en la vida», confiesa este inquieto y vehemente quiosquero que declara no tener miedo al contagio porque siempre se respetan las distancias y además los guantes le protegen ante la posibilidad de tocar algún artículo que pudiera estar infectado.
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